Actualizado 23/01/2008 18:04

Colombia.-La madre de Clara Rojas comparte con las víctimas "el calvario" de seis años previo a la liberación de su hija


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Clara González de Rojas, la madre de Clara Rojas, la ex candidata a la Vicepresidencia de Colombia recientemente liberada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), compartió esta mañana con las más de 400 víctimas asistentes al IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo el "calvario" por el que pasó durante los seis años que su hija estuvo secuestrada.

Su testimonio sustituyó al que inicialmente estaba previsto que pronunciara su hija, que no acudió hoy a este encuentro debido a un acusado cansancio, dado que han pasado escasos días desde que fuera puesta en libertad, según informaron fuentes de la organización del citado congreso.

No obstante, su madre tomó la palabra en una mesa redonda que compartió con otros compatriotas, también víctimas del terrorismo, centrando su intervención en el poder que llegó a tener la carta que un día decidió escribir a través de Internet a su nieto Emmanuel, puesto que, según explicó, su difusión permitió llamar la atención sobre su caso no sólo en Colombia sino en otros países del mundo.

PALABRAS DE AZNAR.

Su intervención estuvo precedida por la emisión de vídeo con las ya conocidas imágenes del momento de la liberación de su hija, que en esta ocasión iban acompañadas de las palabras de aliento que en su día el ex presidente del Gobierno José María Aznar dirigió a la madre de Clara Rojas en su condición de presidente honorario de la Fundación de Víctimas Visibles de Colombia.

También tomó la palabra en esta ponencia John Frank Pinchao, quien también estuvo secuestrado por las FARC durante nueve años. Tras reseñar la situación actual en la que se encuentran muchos de los retenidos por este grupo terrorista, Pinchao emplazó a su pueblo y al resto de pueblos del mundo a que combatan a estos delincuentes "con una sola voz".

Otra de las participantes en la mesa fue María Cecilia Mosquera, que perdió a su marido y sus tres hijos en el incendio de Machuca, el poblado en el que vivían, en 1998. Mosquera relató la situación de "abandono" y pobreza en la que se encuentra su población y alertó de la necesidad que tienen sus habitantes. Además recordó el asesinato de su hijo y ensalzó la importancia de no perder los valores humanos y rechazar la violencia.

MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA.

Tras ella tomó la palabra Julián Fernando Cristo, hijo de un médico asesinado en Colombia hace diez años. Cristo explicó cómo renunció a la condición de víctima cuando se enteró del asesinato de su padre y decidió olvidar lo sucedido. Sin embargo, poco a poco fue adquiriendo constancia de la necesidad de "saber". Por ello, recordó la reivindicación de las víctimas españolas de memoria, dignidad y justicia, reconociendo, a continuación, que en Colombia "lo único que se quiere es la verdad".

Gustavo Moncayo, padre de un joven militar secuestrado en Colombia hace diez años, también tuvo oportunidad de compartir su experiencia y reivindicar una solución "política al conflicto". Moncayo ha recorrido encadenado en los últimos años todo el país de Colombia y también caminó hasta Venezuela para simbolizar el cautiverio de su hijo y reclamar una "salida política" para terminar con el dolor de las familias víctimas del terrorismo.

CRIMEN DE ESTADO.

También tuvo oportunidad de relatar su experiencia el hijo de Luis Carlos Galán, que fue asesinado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) cuando era candidato a la Presidencia de Colombia y mantenía una lucha contra el narcotráfico. Juan Manuel Galán aseguró que los responsables del asesinato de su padre no fueron sólo paramilitares, sino que, según proclamó, se trató de "un crimen de Estado".

Por ello, subrayó la importancia de combatir el narcotráfico, para lo que reclamó la colaboración de todos los países. En la mesa también intervinieron Patricia Nieto, esposa de Sigifredo López, el único diputado que sobrevivió a la matanza que perpetraron las FARC contra once compañeros; el periodista Herbin Hoyos, quien puso en marcha una radio que utilizan los familiares de los secuestrados para mandar mensajes, y el teniente Ruiz, quien recientemente pisó una mina antipersona, entre otros.