Publicado 05/02/2014 19:56

Colombia.- El ministro de Defensa y la cúpula militar rendirán cuentas ante el Congreso por el espionaje

El ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, y Altos mandos Militares
COLPRENSA

BOGOTÁ, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón; el fiscal general, Eduardo Montealegre; el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; y los comandantes de mayor rango del Ejército de Colombia, deberán declarar el próximo martes ante el Congreso por el espionaje que los servicios de Inteligencia realizaron sobre la delegación del Gobierno encargada de acordar la paz con las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.

"La comisión exige claridad total sobre estos episodios para saber qué otras actividades estaban desarrollando en esa sala de interceptaciones que se descubrió", ha dicho el presidente del Congreso, el senador del Partido Liberal Juan Fernando Cristo.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha pedido a la cúpula militar que inicie una minuciosa investigación, al tiempo que ha expresado la necesidad de no poner en duda la labor de este servicio, pues se trata de un mecanismo que ha permitido al país "ser contundente en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado".

"Yo como presidente pongo extremo celo en proteger los servicios de Inteligencia lícita, de igual modo que soy contundente en condenar y rechazar el uso indebido de la Inteligencia", ha querido precisar el jefe de Estado.

OPERACIÓN 'ANDRÓMEDA'

La revista 'Semana' reveló este lunes una investigación en la cual se afirmaba que los servicios de Inteligencia del Ejército de Colombia estarían llevando a cabo operaciones de espionaje sobre la delegación que el Gobierno de Juan Manuel Santos tiene desplegada en La Habana para acordar con las FARC los distintos puntos de la agenda de paz.

La operación del Ejército tenía como nombre clave 'Andrómeda' y se dedicaba a recolectar información de correos electrónicos, conversaciones y mensajes vía teléfono móvil de los negociadores del Gobierno, los cuales eran citados bajo seudónimos, así como de las ONG presentes en los diálogos y de integrantes de la oposición como Piedad Córdoba e Iván Cepeda.

Al frente de la operación estaba el jefe de Inteligencia del Ejército, el general Mauricio Zúñiga, quien ya ha sido destituido. Las escuchas se llevaron a cabo desde una oficina operativa desde agosto de 2012, y que funcionó hasta octubre de 2013 cuando se dio órdenes de borrar los rastros de la información recolectada.

Asimismo, también estuvo operativa otra sala de interceptaciones del Ejército Nacional, cuyos equipos fueron trasladados al búnker de la Fiscalía, al parecer, después de que se conocieran las irregularidades que allí se habrían presentado.