BOGOTÁ, 3 Nov. (Notimérica) -
Los esfuerzos de las autoridades y los organismos de socorro para retirar los cuerpos de los doce trabajadores atrapados desde hace cinco días en una mina en el municipio de Amagá, en el departamento colombiano de Antioquía, todavía no han dado sus frutos y la tensión de los familiares aumenta cada día que pasa.
Los doce mineros se quedaron atrapados en la mina 'Carbones de la Mancha' después de que un fuerte temporal provocase una inundación en el lugar, en el que trabajan 40 personas. A pesar de las pocas probabilidades de que permanezcan con vida, algunos de sus familiares aún conservan la esperanza.
Es el caso de Marta Lucía Ortiz, esposa de uno de los obreros atrapados, que no pierde la fe: "Yo creo que Dios es más grande que todos nosotros y si Él quiere la vida para mi esposo, él la va a tener", según ha publicado el diario 'El Colombiano'.
Aunque tratan de mantener a los familiares aislados de la prensa, muchos prefieren estar cerca de la entrada al socavón, donde reina el silencio y el sentimiento de pérdida, a la espera de tener nuevas noticias sobre cómo avanza la extracción de los cuerpos.
El gobernador del departamento de Antioquía, Sergio Fajardo Valderrama, y la gerente de Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería, Catalina George, no han hecho estimaciones sobre cuánto durará la extracción de los casi 32.000 metros cúbicos de agua que inundaron la mina.
George ha explicado que los avances son lentos, porque "poner una sola línea de bombeo en una superficie de 70 centímetros de altura y un metro de ancho no es tan fácil. Los días para evacuar el agua dependen del número de bombas que podamos instalar".
Fajardo ha reconocido que las tareas no avanzan a la velocidad deseada y ya se han excedido las previsiones iniciales de que tardarían de tres a cinco días. Los familiares se quejan de la desinformación, como ha denunciado uno de ellos: "Si se demoran 15 o 20 días, díganlo, pero necesitamos saber la verdad".
En la mina se trabaja las 24 horas del día, bombeando agua y oxigenando el interior. Además, cinco electricistas de empresas mineras asesoran las labores, mientras los familiares que se agolpan a la entrada de la mina esperan nuevas noticias.
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