Actualizado 26/02/2008 15:14

Cuba.- El CIDC, del que es miembro Aznar, se felicita de la renuncia de Fidel y pide a Raúl Castro que inicie "cambios"

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional para la Democracia en Cuba (CIDC), del que es miembro entre otros el ex presidente del Gobierno José María Aznar, se felicitó hoy por la renuncia de Fidel Castro al poder en Cuba y reclamó a su nuevo presidente, Raúl Castro, "los verdaderos cambios que el país necesita" para ser "libre e independiente".

"Celebramos la renuncia formal de Fidel Castro a la presidencia de Cuba", afirma el CIDC en una comunicado, considerando que "49 años al frente de un gobierno dictatorial, sin elecciones verdaderamente libres, es una marca poco honrosa. Ya era hora".

No obstante, los miembros del Comité, fundado en 2003 tras la última ola represiva del régimen, lamentan que "este abandono del poder no se ha producido para dar paso hacia un sistema democrático y plural, como merece al pueblo cubano, y como existe en las naciones más prósperas y estables del planeta, sino para tratar de prolongar la tiranía".

Según el CIDC, "eso es inaceptable" y "Cuba debe ser libre e independiente". "Cuba no puede continuar siendo la anacrónica excepción comunista en un mundo que desde hace años, tras varias décadas de represión e ineficiencia, descartó esa lamentable opción política y casi todos los pueblos que habían sido sometidos al marxismo leninismo recuperaron o estrenaron la democracia en un periodo relativamente corto", añade el Comité.

En este sentido, tras reclamar el respeto de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la que Cuba es firmante, "quisiéramos alentar sinceramente al nuevo presidente, y al nuevo Gobierno cubano, a que inicien cuanto antes los verdaderos cambios que el país necesita".

Asimismo, reiteraron su "compromiso" con la sociedad cubana y aseguraron que "no cejaremos en nuestra defensa del pueblo cubano" mientras "haya presos de conciencia condenados por sostener opiniones contrarias a los dogmas oficiales"; "los cubanos no puedan asociarse libremente para expresar su diversidad y creencias en organizaciones espontáneamente creadas por ellos", "no exista en la isla libertad de expresión"; "se mantengan en el país la intolerancia oficial y la persecución a las personas diferentes"; y "no se les permita entrar y salir de Cuba cuando lo deseen".

Por último, el CIDC prometió que "cuando realmente comience la transición hacia la libertad" en Cuba sus miembros trabajarán "a fondo para que ese trayecto se recorra en el menor plazo posible y en las mejores condiciones económicas". "Cuando llegue ese momento, en fin, la sociedad cubana puede contar con nuestra solidaridad, la misma que hoy estamos dándoles a todos los cubanos, y muy especialmente a las víctimas de la dictadura", concluye el comunicado.

El CIDC es una organización creada por figuras del ambiente político internacional, diplomáticos y intelectuales de Europa, Estados Unidos y América Latina, que quieren manifestar su solidaridad política con los activistas pro democráticos en Cuba, y canalizar el apoyo económico hacía la oposición democrática en la isla. Entre sus miembros, además de Aznar, figuran el ex presidente checo Vaclav Havel, la ex secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright y el escritor peruano Mario Vargas-Llosa.