Publicado 17/03/2014 21:19

Cuba.- La confusión cunde en Cuba de cara a la esperada unificación monetaria

LA HABANA, 17 Mar. (Reuters/EP) -

La unificación monetaria en Cuba, anunciada el pasado mes de octubre por el Gobierno de Raúl Castro y para la que no existe fecha de aplicación, llega precedida a pie de calle de la confusión de una ciudadanía que, en algunos casos, ni siquiera sabe con qué moneda prefiere quedarse.

En Cuba circula el peso cubano, con el que suele operar la población local, y el peso convertible (CUC), equivalente al dólar --unos 24,5 pesos cubanos-- y con el que trabaja el sector turístico, el comercio exterior y las tiendas de productos importados. Castro abogó por eliminar el CUC porque, según sus propias palabras, es "uno de los "obstáculos más importantes para el progreso".

La unificación monetaria es el último intento del presidente por modernizar la economía socialista, que incluye permitir la aparición de pequeñas empresas privadas y reducir el peso del Estado en la economía. Según economistas, la unificación monetaria podría demorarse hasta 18 meses y consistiría en una devaluación del CUC y quizás una apreciación del peso.

Los medios oficiales han publicado este mes una serie de documentos financieros y contables que, sin fecha concreta de entrada en vigor, parecen ininteligibles para el ciudadano de a pie. El Estado fomenta, entretanto, cursos para dirigentes y contables con el objetivo de que estén preparados.

"Como no se sabe nada he decidido repartir mi dinero, tengo dólares estadounidenses, euros y cuanta moneda extranjera sea conocida", ha asegurado entre risas Raúl, propietario de un restaurante en La Habana. "Los clientes pagan con la moneda que traen, yo me ocupo del cambio", ha explicado.

El exfuncionario del Banco Central de Cuba Pavel Vidal ha reconocido que, para la isla, la eliminación de la doble moneda, que tiene entre sus componentes "fundamentales" una devaluación, es "un shock". En este sentido, el ahora profesor de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia ha admitido que la medida "no tiene beneficios iniciales sino costes a corto plazo".

Los beneficios, ha añadido, llegarán "a medio plazo", pero de primeras podría repercutir en la inflación, en los salarios y en los balances de las empresas.

Hay quienes ven en el dólar la moneda refugio ante esta incertidumbre, como Manuel Hernández, un joyero de 67 años que sólo tiene "un poquito de moneda nacional para lo que se presente". "Ahora guardo dólares, que suben o bajan pero me dejan más tranquilo y los puedo usar fuera de Cuba", ha declarado.

MERCADO NEGRO

La postura de personas como Hernández ha fomentado un mercado negro de dólares que trata de saltarse el gravamen del 10 por ciento impuesto por el Gobierno para cambiar dólares a CUC.

"La gente solía darme CUC a una tasa del 8 por ciento, pero ahora mucha gente está cobrando un 5 por ciento o menos", ha reconocido un empresario extranjero que ha pedido no ser identificado.

No obstante, sigue habiendo multitud de cubanos que intentan sacar provecho de la tasa actual de cambio. Elena, jubilada y dueña de un punto de venta de pan y dulces caseros en La Habana, ha declarado que ahora que está tratando de hacer arrancar el negocio prefiere "moneda nacional" porque "es más seguro".

También comparte esta visión Omar Laviña, dueño de una cafetería que no obstante ha admitido que posiciones como la suya no son las únicas. "Muchas personas van a cambiar su dinero en dólares americanos o euros porque son dos monedas que van a prevalecer siempre, que van a tener su cambio, su dinero lo va a tener bien cuidado", ha indicado.

Ni economistas ni ciudadanos se atreven a pronosticar de forma exacta cuándo podría producirse la unificación monetaria. Algunas voces pronosticaron alrededor de año y medio cuando el Gobierno anunció la medida, si bien Pavel Vidal lo ve incluso para este 2014.

"Por lo que estoy viendo, la desaparición del CUC va a ser bastante rápida, este año", ha dicho el economista, que acto seguido ha matizado que esta introducción será inicialmente sólo para la empresa. "No sé para la población. Me imagino que no, eso crea demasiada incertidumbre", ha subrayado.