Actualizado 07/03/2014 23:43

Cuba, con "voluntad" de participar en un diálogo "abierto"

El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez
Foto: REUTERS

MADRID, 7 Mar. (Notimérica/EP) -

   El viceministro de Exteriores de Cuba, Abelardo Moreno Fernández, ha expresado la voluntad de su Gobierno de "participar en un diálogo abierto" sobre Derechos Humanos en Naciones Unidas, "sobre la base del respeto a la completa soberanía y dignidad" de la isla caribeña.

   "Estaremos siempre listos para participar en un diálogo franco y genuino en materia de derechos humanos sobre la base del respeto a la dignidad y soberanía plenas", ha dicho en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

   Moreno Fernández ha afirmado que Cuba "mantendrá la cooperación con la maquinaria de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en particular con el Consejo de Derechos Humanos, y con todas aquellas instituciones de aplicación universal y no discriminatoria".

   En la misma línea, ha asegurado que "Cuba, como nuevo miembro, mantendrá su compromiso con la promoción y el respeto a los Derechos Humanos y continuará impulsando los derechos a la libre determinación, la paz, el desarrollo, la cultura y la alimentación, entre otros".

   No obstante, ' el número dos' ha adelantado que el país "continuará también con los esfuerzos por revertir el desbalance que persiste en la composición de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos".

   En este sentido, ha denunciado que "las potencias siguen pretendiendo ser guardianes de los Derechos Humanos y fiscales de otros, a pesar de ser responsables directos de violaciones sumamente graves y sistemáticas, sobre todo del derecho a la vida".

   "A sus recientes guerras de conquista, causantes de decenas de miles de muertes, en su inmensa mayoría de civiles a los que supuestamente se intentaba proteger, se suman nuevas violaciones que motivan un fuerte rechazo internacional", ha dicho.

   Moreno Fernández ha indicado que "es el caso de las ejecuciones extrajudiciales por medio de 'drones' (aviones no tripulados usados por Estados Unidos) de centenares de mujeres y niños inocentes y los intentos de declarar tales asesinatos como legales".

   "Hablamos también de la trasgresión del derecho a la privacidad y el derecho a la información de millones de ciudadanos en todo el mundo, por el escandaloso espionaje global, que también viola de forma flagrante la soberanía de los estados y el Derecho Internacional", ha añadido.

CRISIS VENEZOLANA

   Asimismo, ha aludido a "la desestabilización de gobiernos legítimamente constituidos en países del sur cuando no se pliegan a sus designios, violando el derecho de cada nación de darse el régimen económico, político y social soberanamente decidido por su pueblo y provocando hechos de violencia y la muerte de personas inocentes".

   "Ejemplo patente de ello es lo que está ocurriendo en Venezuela", ha considerado, sosteniendo que las protestas antigubernamentales que estallaron el pasado 12 de febrero "persiguen, sin lugar a dudas, el derrocamiento por la fuerza de un Gobierno legítimamente constituido por la voluntad del pueblo".

   "Las acciones de los grupos desestabilizadores, instigadas desde el exterior, y promovidas por la manipulación informativa de medios de prensa irresponsables y por sectores fascistas minoritarios en Venezuela, deben ser objeto de la más fuerte condena y repudio por parte de la comunidad internacional", ha estimado.

REACCIÓN DEL CONSEJO DE DDHH

   En este contexto, el 'número dos' de la diplomacia cubana ha cuestionado si el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas "será capaz de reaccionar ante violaciones como las mencionadas y de adoptar resoluciones condenándolas".

   "Los mismos violadores, que silencian sus crímenes acusando a otros, son los que defienden también un orden internacional antidemocrático e inequitativo, injusto e inmoral, en el que se antepone el capital financiero al ser humano, se beneficia a los países ricos y se perjudica a los pobres", ha denunciado.

   "¿Se comprometerán estos países industrializados con acciones de solidaridad genuina y desinteresada para sacar de la extrema pobreza a 1.200 millones de personas en todo el mundo, acabar con el hambre crónica que sufren otros 842 millones o lograr la realización del derecho a la educación para 774 millones de adultos y 123 millones de jóvenes?", ha planteado.