Actualizado 19/12/2013 23:36

Fidel felicita a Raúl por su "dignidad" al saludar "con firmeza" a Obama

Obama y Raúl Castro en el funeral de Mandela
Foto: REUTERS

También insta a Estados Unidos a explicar cuál fue su papel en el apartheid

   MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El expresidente cubano Fidel Castro ha felicitado a su sucesor en el cargo, su hermano Raúl Castro, por su "dignidad" al saludar a su homólogo estadounidense, Barack Obama, "con firmeza" durante el funeral por el expresidente sudafricano Nelson Mandela.

   "Felicito a Raúl por su brillante desempeño y, en especial, por la firmeza y dignidad cuando con gesto amable pero firme saludó al jefe del Gobierno de Estados Unidos y le dijo en inglés: 'Señor presidente, yo soy Castro'", ha escrito en un artículo publicado este jueves por la prensa oficial.

   Castro ha aprovechado para reivindicar la confianza que depositó en su hermano hace cinco años. "Cuando mi propia salud puso límite a mi capacidad física, no vacilé un minuto en expresar mi criterio sobre quien a mi juicio podía asumir la responsabilidad", ha aseverado.

   "Una vida es un minuto en la historia de los pueblos, y pienso que quien asuma hoy tal responsabilidad requiere la experiencia y autoridad necesaria para optar ante un número creciente, casi infinito, de variantes", ha sostenido.

   No obstante, ha advertido de que "el imperialismo siempre se reservará varias cartas para doblegar a Cuba, aunque tenga que despoblarla, privándola de hombres y mujeres jóvenes, ofreciéndole migajas de los bienes y recursos naturales que saquea al mundo".

EEUU Y EL 'APARTHEID'

   Por otro lado, ha cuestionado el papel de Estados Unidos en la creación del apartheid, régimen racista contra el que luchó Mandela. "Que hablen ahora los voceros del imperio sobre cómo y por qué surgió", ha instado.

   "¿Por qué se pretende ocultar que el apartheid, que tanto hizo sufrir a Sudáfrica e indignó a la inmensa mayoría de las naciones del mundo, era fruto de la Europa colonial y fue convertido en potencia nuclear por Estados Unidos e Israel, lo cual Cuba, un país que apoyaba las colonias portuguesas en África que luchaban por su independencia, condenó abiertamente?", ha planteado.

   Castro ha indicado que "los fraternales sentimientos de hermandad profunda" entre Cuba y Sudáfrica nacieron en ese momento. "De un hecho del cual no habíamos dicho una palabra en años; Mandela, porque era un apóstol de la paz y no deseaba lastimar a nadie; Cuba, porque jamás realizó acción alguna en busca de gloria", ha explicado.

   Así, ha recordado que "cuando la Revolución triunfó en Cuba fuimos solidarios con las colonias portuguesas en África, desde los primeros años" y ha apuntado, en concreto, al apoyo a las tropas angoleñas en su lucha contra la Sudáfrica racista.

   "Cuba cumplía sus deberes internacionalistas rigurosamente: defendía puntos claves y entrenaba cada año a miles de combatientes angoleños en el manejo de las armas. La URSS suministraba el armamento", ha detallado.

   El ex dirigente ha explicado que "el problema principal radicaba en el hecho de que los racistas sudafricanos poseían armas nucleares". "Habían realizado pruebas incluso en los mares o en las áreas congeladas del Sur y el presidente (estadounidense) Ronald Reagan lo había autorizado", ha denunciado.

   "Adicionalmente, una presa de 80 millones de metros cúbicos de agua situada en territorio angoleño había sido ocupada y minada por combatientes cubanos. El estallido de aquella presa hubiese sido equivalente a varias armas nucleares", ha apuntado.

   Gracias a ello, ha subrayado "aquel destacamento de soldados blancos abandonó el lugar dejando incluso algunos carteles críticos contra su propio mando". "Fue entonces cuando llegaron noticias de que el enemigo estaba dispuesto a negociar", ha relatado.

   "Y con ello se había logrado poner fin a la aventura imperialista y racista en un continente que en 30 años tendrá una población superior a la de China e India juntas", ha destacado.

   En este contexto, ha expresado su "admiración" por "la honradez, la modestia y el enorme mérito" de Mandela. "Constituye un hecho muy real que fue un hombre íntegro, revolucionario profundo y radicalmente socialista, que con gran estoicismo soportó 27 años de encarcelamiento solitario", ha concluido.