Actualizado 19/02/2008 16:37

Cuba.- Imperial aspira a mantener la continuidad del negocio de puros de Altadis, tras la renuncia de Castro


MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

Imperial Tobacco aspira a mantener la continuidad del negocio de puros habanos de Altadis en Cuba tal y como está configurado, tras la renuncia de Fidel Castro a la presidencia y al puesto de comadante en jefe, según informó hoy a Europa Press un portavoz oficial de la tabaquera británica.

La multinacional británica volvió a reiterar su interés en mantener el lucrativo negocio de puros, en un primer momento, para más adelante potenciar su gran atractivo con inversiones y redes de distribución que amplien su presencia a escala internacional.

Asimismo, incidieron en que el director general de Imperial Tobacco, Gareth Davis, se reunió recientemente con directivos del negocio de puros habanos de Altadis para garantizar la continuidad de esta linea de negocio dentro de la multinacional.

Así, Davis mantuvo un encuentro con altos cargos de Corporación Habanos, empresa participada a partes iguales por el Estado cubano y por Altadis, que produce puros como los Montecristo, Partagás, Romeo y Julieta o Cohiba, y los comercializa en todo el mundo.

Desde la compañía eludieron referirse en concreto a las implicaciones del futuro político de Cuba tras el anuncio hecho hoy por Fidel Castro, así como a sus eventuales repercusiones sobre el embargo comercial que mantiene Estados Unidos sobre la isla.

El Gobierno de Fidel Castro controla el 50% del capital de Corporación Habanos y cuenta con una cláusula de salvaguarda que le permitiría tomar el control total de esta sociedad conjunta en caso de que se produjeran cambios en el accionariado de Altadis, ahora propiedad de Imperial.

OTRA TABAQUERA PLANEA REGRESAR.

Por otro lado, el grupo Oettinger Davidoff anunció a primeros de año su intención de regresar a Cuba y retomar su actividad tabaquera en el mercado de cigarros cuando acabe el régimen castrista en la isla para competir con Corporación Habanos.

"Una vez que que el mercado esté liberalizado, sin restricciones, podríamos comenzar otra vez las relaciones comerciales con Cuba", afirmó el director de Desarrollo y Producción de Davidoff, René Hollenstein.

La colaboración entre Davidoff y Cuba se prolongó desde 1968 hasta 1989, fecha en la que se produjo la ruptura entre ambas partes, como consecuencia, al parecer, de la política de precios de la compañía estatal Cubatabaco, que Davidoff consideraba incorrecta respecto a la calidad, mientras La Habana calificaba sus productos como excesivamente caros.

En todo caso, Hollenstein explicó que la vuelta a la isla se hará de forma gradual y no se producirá el mismo año en el que finalice la dictadura o al siguiente después de la apertura, sino que se materializará en cuatro o cinco años.