LA HABANA, 20 Jun. (Reuters/EP) -
Un jugador de beisbol cubano, Yasmani Tomás, de 23 años, ha desertado para jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos, como ya han hecho varios de sus compatriotas, que han firmado contratos multimillonarios, según han informado este viernes los medios oficiales.
Tomás jugaba para el equipo Industriales de La Habana y era miembro del equipo nacional cubano y había destacado como bateador. También había sido primera base en los campeonatos locales. El joven, de 1,85 metros y 104 kilos de peso, había registrado en cinco temporadas 262 'hits', 43 'home runs' y 160 carreras empujadas para un promedio de bateo de 289 en 291 partidos disputados.
El presidente de la Federación Cubana de Baseball, Higinio Vélez, ha dicho al diario oficial 'Granma' que Tomás salió del país "mediante el inescrupuloso tráfico ilegal de personas". Un jugador del equipo Industriales ha asegurado que Tomás se encuentra en República Dominicana.
El 'manager' del equipo nacional de Cuba, Víctor Mesa, consideraba a Tomás "un talentazo" que logró la quinta posición para Cuba en el Tercer Clásico Mundial en Japón 2013. Tomás obtuvo un puesto de titular en esta competición y en seis partidos disputados conectó dos 'home runs' y registró cinco carreras impulsadas para un promedio de 375.
VARIOS JUGADORES EN EL EXILIO
Tomás no es el primer jugador cubano que abandona el país. José Daniel Abreu firmó un contrato de seis años y 68 millones de dólares (unos 50 millones de euros) con los Medias Blancas de Chicago y Yasiel Puig fue fichado por los Dodgers de Los Ángeles por siete años y 42 millones de dólares (casi 31 millones de euros). Ambos huyeron por vía marítima de forma ilegal a Estados Unidos.
Desde el 2009, más de 20 jugadores cubanos, entre ellos Aroldis Chapman y Yoennis Céspedes, han desertado y han firmado contratos en Grandes Ligas de Estados Unidos por un valor estimado de 300 millones de dólares (más de 220 millones de euros).
La deserción de Tomás sigue a la de ocho bailarines y dos tenistas de Cuba este mes en Puerto Rico. El Gobierno se ha quejado del "robo de talentos", como describe a las deserciones a favor de su enemigo político, Estados Unidos.