Actualizado 12/12/2007 18:46

Cuba.-La Sala de lo Penal estudiará mañana si ordena admitir a trámite una querella por genocidio contra Fidel Castro

El Comité de Ayuda a la Disidencia 2506 acusa, además, al presidente cubano de crímenes contra la humanidad, torturas y terrorismo.


MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional examinará mañana el recurso presentado por el Comité de Ayuda a la Disidencia 2506 (CAD 2506) contra la decisión del juez Santiago Pedraz de no admitir a trámite una querella contra el jefe del Estado cubano, Fidel Castro, al que acusan de la comisión de delitos de genocidio, crímenes contra la humanidad, torturas y terrorismo.

El magistrado tomó esta decisión el pasado mes de febrero al entender que este asunto era ya "cosa juzgada" puesto que se habían pronunciado sobre los mismos hechos el Juzgado Central de Instrucción número 2 y la Sala de lo Penal, que archivaron dos querellas anteriores similares, presentadas en esta ocasión por otra asociación, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.

Sin embargo, el CAD 2506 recurrió la inadmisión, de forma que la decisión depende ahora de la Sala de lo Penal, presidida por el juez Javier Gómez Bermúdez. En su apelación la asociación indicaba que la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el juez Pedraz daban la impresión, al rechazar la admisión a trámite, de "procurar garantizar a la dictadura castrista la inimputabilidad de los crímenes cometidos contra el pueblo cubano" y de "proteger y amparar a los criminales liderados por Fidel Castro".

TERCERA QUERELLA.

La querella, que recuerda la sentencia del Tribunal Constitucional sobre 'el caso Guatemala' que permite a la jurisdicción española perseguir los delitos de genocidio con independencia de la nacionalidad de las víctimas, es la tercera presentada en España contra el gobierno de Castro.

La Fundación Nacional Cubano Americana presentó contra el presidente cubano una primera demanda el 5 de noviembre de 1998, que fue archivada por la Audiencia Nacional al entender que el Tribunal Supremo impuso la condición, en ocasión del estudio del genocidio del pueblo maya, de que las víctimas fueran españolas para investigar los hechos.

Esta misma Fundación presentó en 2005 otra querella en la que pedía que se ordenara la detención, vía Interpol, de Fidel Castro, en cualquier país al que se desplazara, que fue también archivada por los mismos motivos que la anterior.

REPRESIÓN.

La querella, a la que ha tenido acceso Europa Press, afirma que desde que Castro llegó al poder, el 1 de enero de 1959, comenzó "todo un mecanismo de represión de los derechos fundamentales y libertades públicas", mediante "la implantación de un terror revolucionario" a cuyo servicio se pusieron a trabajar varios organismos, como el Departamento de Seguridad del Estado, llamado la 'Gestapo Roja', el Ministerio del Interior, la Dirección General de Inteligencia y la Unidad Militar de Ayuda a la Producción, entre otros.

El escrito describe el sistema penitenciario y las principales cárceles del país. Así, pone varios ejemplos de maltrato a presos políticos como el sucedido en la prisión de Boniato donde --dice la querella-- "para no ser violados por los presos comunes los políticos se embadurnan con excrementos".

Indica que desde 1959 más de medio millón de cubanos han pasado por los campos y centros de represión de Cuba. Se mencionan formas de tortura como la de privación del descanso y el sueño, alterar las horas de las comidas, propagar en los cuerpos de los reclusos insectos como chinches, pulgas o ladillas o obligar a los presos a desnudarse y formar filas en las que deben juntar sus cuerpos hasta provocar el contacto de las partes genitales.

Otro apartado de la demanda interpuesta es el de fusilamientos, cifrados entre 15.000 y 17.000 durante la dictadura castrista.

La querella acusa también a Castro y al ex ministro de Turismo Osmani Cienfuegos, de la muerte de nueve miembros de la Brigada 2506 el 20 abril de 1961. Un total de 149 personas --entre las que se encontraban los fallecidos-- fueron obligadas a subir a un camión de aluminio con forro interior de madera previsto para el transporte de mercancías que no contaba con orificios de respiración.

El vehículo viajó 11 horas hasta llegar a su destino. "Durante todos el tiempo que duró el trayecto los prisioneros no dejaban de suplicar que se abrieran las puertas y se les permitiera respirar", indica el escrito. A la llegada se comprobó que nueve de los prisioneros habían fallecido.