Actualizado 05/05/2008 18:36

España.- Berta Serra novela en 'Los ojos del huracán' el periplo de los negreros catalanes en la Cuba del siglo XIX


BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La escritora Berta Serra novela en 'Los ojos del huracán' (Anagrama) el periplo de los catalanes que fueron a Cuba en el siglo XIX para convertirse en pequeños comerciantes, y que acabaron dedicándose a la trata de esclavos por el dinero fácil y abundante que proporcionaba esta compraventa humana ante la creciente demanda internacional del consumo de azúcar.

Según comentó hoy la autora en rueda de prensa, los propios reyes africanos y árabes iban a sus poblados a coger prisioneros para abastecer la demanda europea por la caña de azúcar, y el volumen de transacciones era tal que en Cuba llegó a haber 800.000 negros y 500.000 blancos.

Los catalanes fueron pioneros en esa trata de esclavos negros, según Serra, a la que este hecho le creó tal fascinación que empezó a escribir sobre una Cuba que no conoció.

Los catalanes que se vieron atraídos por el deseo de 'hacer las Américas' y que se vieron sumidos en el negocio del esclavismo debían sortear, de camino a Cuba cargados con esa barata mano de obra, los barcos de guerra británicos, nación que había tenido el monopolio del esclavismo y que había prohibido la trata, explicó Serra.

Además, a los británicos "no les interesaba que Cuba les hiciese la puñeta porque tenían colonias" en la zona produciendo azúcar, pero a precios más altos porque pagaban salarios a sus trabajadores.

En el fondo, era una guerra de precios disfrazada de acción humanitaria que Serra refleja en su nueva novela, en la que los personajes son ficticios --no hay personajes históricos excepto algunos gobernadores y militares de la época--, y muchos de ellos son emigrantes de Barcelona y Vic (Barcelona).

Uno de esos catalanes que va a hacer fortuna a Cuba es Conrado Grau, quien, pese a su reticencia a entrar en el negocio de la trata, se ve arrastrado cuando gana un ingenio a un asturiano y pasa, automáticamente, a poseer esclavos, dijo la autora.

RECREAR UNA ÉPOCA Y LUGAR DESCONOCIDOS.

Serra visitó por primera vez Cuba cuando llevaba un año escribiendo esta novela, que confeccionó durante cuatro, ya que la rescribió hace dos años a raíz de una conversación con el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que le despertó "el gusanillo de cambiar" aquellos aspectos de la novela que él le aconsejó.

Al empezar a escribir, Serra "no tenía ni idea" de la Cuba del siglo XIX, y se fue documentando con libros de historia, bibliografía económica del tema de la trata de esclavos en Cuba y con "excursiones a la Biblioteca de Cataluña para buscar lo que había sobre Cuba", aseguró.

En esta biblioteca halló un monográfico de 'El Faro Industrial' de La Habana que detallaba los destrozos creados por un huracán que azotó la isla y que utilizó como arranque de su novela para la que, sobre todo, se vio con el inconveniente de recrear cómo era la vida diaria en La Habana de 1850.

En un viaje a Cuba, Serra se planteó visitar la Biblioteca Nacional de Cuba para ver qué encontraba de aquella época, pero el "caos tremendo" que prevalece en sus fondos bibliográficos la hicieron desistir y preferir, para empaparse de los olores y colores de la isla, pasear por sus calles y descubrirla in situ.

Berta Serra (Rubí, Barcelona, 1958) es licenciada el filología hispánica y profesora de Lengua y Literatura Españolas en el IES Blanxart de Terrassa (Barcelona). Con su primera novela, 'El otro lado del mundo', resultó finalista del Premio Herralde de Novela en 1997, momento hasta el cual únicamente había publicado poesía.