Actualizado 06/05/2019 23:30

¿Por qué se celebra el Día del Niño en Paraguay el 16 de agosto?, la masacre de Acosta Ñu

Mujer abranzando a su hija
REUTERS / UESLEI MARCELINO

   ASUNCIÓN, 16 Ago. (Notimérica) -

   El Día del Niño en Paraguay se conmemora en una fecha distinta que en el resto del mundo. El por qué, sin embargo, está teñido de sangre. En la Batalla de Acosta Ñu, en el marco la Guerra de la Triple Alianza, más de 3.000 menores murieron, dejando patente, una vez más, la inutilidad de los enfrentamientos armados.

La Guerra de la Triple Alianza fue un conflicto que se desarrolló entre 1864 y 1870. Involucró a Brasil, Argentina y Uruguay, constituyendo el pacto homónimo, contra Paraguay. La lucha supuso enormes pérdidas para este último. No solo cedió gran parte de su territorio, sino que entre el 60 y el 80 por ciento de los varones fallecieron, causando un problema poblacional.

   Francisco Solano López, general y presidente de Paraguay, pensó que podían ganar, pero la guerra siempre fue en su contra. El 24 de mayo de 1866, se sucedió la Batalla de Tuyutí, el combate más sangriento de la historia del subcontinente. La mayoría de los soldados paraguayos perecieron en cuestión de horas.

   Ante el avance de las tropas enemigas, el general desalojó la capital del país, Asunción, y dividió la administración entre Luque y Piribebuy. El 12 de agosto de 1869, la Triple Alianza atacó esta última localidad, mermando todavía más las fuerzas paraguayas y preparando un ataque para cuatro días después.

   La desigualdad entre el número de combatientes propició una leva en toda la población superviviente, es decir, ancianos, mujeres y niños. Contando únicamente con 600 soldados profesionales, 3.500 menores se encaminaron al enfrentamiento comandados por Bernardino Caballero.

   El 16 de agosto de 1869 se sucedió la Batalla de Acosta Ñu o Campo Grande. En clara inferioridad numérica, el combate duró apenas ocho horas. Con una crueldad pocas veces vista, el ejército brasileño degolló a soldados y niños sin ningún tipo de miramiento. Un bosque cercano, donde esperaban las mujeres en la retaguardia y atendían a los heridos, fue calcinado.

   La lucha terminó con un saldo de 50 víctimas por parte de la Triple Alianza y más de 3.200 muertos paraguayos. Los menores se constituyeron como los sacrificios inocentes e injustificados de un conflicto que estaba perdido desde su inicio.

   Paraguay recuerda, más que celebra, la valentía de sus niños, rememorando un heroísmo que nunca debería y ni debe suceder.