Actualizado 11/09/2017 07:24

¿Conoces a Jacinto Convit, el venezonalo que erradicó la lepra?

¿Conoces A Jacinto Convit, El Venezolano Que Erradicó La Lepra?
NOTIMÉRICA

   CARACAS, 11 Sep. (Notimérica) -

   El 'Héroe de la Salud Pública de las América', consagró su vida a la lucha por los derechos de los pacientes y a la investigación, descubriendo la cura contra la lepra y la leishmaniasis cutánea. Jacinto Convit, uno de los venezolanos que más a contribuido a la historia de la medicina, nació el 11 de septiembre de 1913.

   Destacando siempre por sus buenas calificaciones, se graduó en Medicina por la Universidad Central de Venezuela (UCV). Después se trasladó a Estados Unidos para especializarse en dermatología. Su primer contacto con la lepra fue gracias al lazareto de Cabo Blanco, una leprosería.

   Esta experiencia le marcó tanto a nivel personal como profesional. Inició campañas de concienciación sobre la enfermedad, desmitificando la transmisión por contacto directo. Además, abogó por un trato más humano hacía los infectados, que muchas veces eran recluidos y encadenados.

   Después de años de estudios, demostró que el armadillo es el único animal junto al ser humano al que le afecta la lepra. Por esta razón, le inoculó el bacilo infeccioso junto con la cura de la tuberculosis. Esto produjo la inmunización del mamífero y el descubrimiento de la nueva vacuna en 1987.

   

   Los experimentos de Convit fueron un éxito, convirtiendo a Venezuela el primer país en cerrar todas sus leproserías. Posteriormente, también evitaría los brotes endémicos de leishmaniasis. El caraqueño indagó sobre esta enfermedad y halló su cura debido a su parecido clínico con la lepra.

   Sus investigaciones y grandes avances le valieron el Premio Príncipe de Asturias en 1987 y la nominación al Nobel de Medicina en 1988, aunque nunca se lo concedieron.

   El propio Convit declaró: "El premio Nóbel no me quita el sueño, la cura contra el cáncer sí", restándole importancia. Pese a que murió el 12 de mayo de 2014 a los 100 años, quizá le faltó un poco más de vida para encontrar el remedio contra esta lacra.