Publicado 04/01/2016 20:33

¿Cuál es el origen del tradicional Roscón de Reyes?

Roscón de Reyes
EUROPA PRESS

   MADRID, 4 Ene. (Notimérica) -

   Se acerca el final de la Navidad y, con ello, una de los días más señalados de estas fiestas: el 6 de enero. El días de los Reyes Magos es sinónimo de fiesta, regalos y, por supuesto, un buen banquete familiar que, tradicionalmente, termina con una buena porción de roscón.

   Entre los días 5 y 6 de enero (dependiendo de la costumbre de cada casa) el roscón de reyes se convierte en unos de los protagonistas de las reuniones familiares, en donde generalmente se disfruta de este dulce después de cada comida o durante la merienda.

   Como toda tradición, el roscón tiene su origen y su historia. En este caso (como en muchos otros) el origen de este goloso plato nada tiene que ver con el nacimiento del Niño Jesús, los Reyes Magos o su llegada al Portal de Belén.

   Para encontrar su origen, debemos remontarnos hasta el siglo II a.C, concretamente a un periodo conocido como 'Los Saturnales' o la 'Fiesta de los Esclavos'.

En diciembre, con el fin de los trabajos de campo, durante toda una semana se realizaban unas celebraciones paganas conocidas como 'Los Saturnales', en homenaje a Saturno, dios de la agricultura y las cosechas.

   El motivo del festejo era el fin del periodo más oscuro del año y la llegada de mayor luz. Durante la celebración, se preparaba una torta a base de miel y en la que se le introducía algunos frutos secos, dátiles e higos.

   Ya en el siglo III d. C se introdujo una de las tradiciones que llega hasta nuestros días: colocar un haba seca dentro de la rosca que, por aquel entonces, simbolizaba la fortuna. De hecho, el que tuviese la suerte de encontrarla era nombrado como 'rey de reyes' ya que en teoría le esperaba un año de prosperidad.

   Cuando finalmente se impuso la religión cristiana, muchas tradiciones paganas existentes en la época se suprimieron. Una de las que sobrevivió, fue la del roscón.

   Fue durante el reinado del francés Luis XV en el siglo XVIII cuando el haba fue sustituida por una moneda de oro. Un cocinero que quiso contentar al monarca introdujo este pequeño objeto, y el haba pasó a tener un significado negativo.

   Una creencia que, en cierto modo, se mantiene a día de hoy, pues quien encuentre el haba es el encargado de pagar el roscón entero. No ha sido el único cambio que ha experimentado esta costumbre, ya que en el siglo XIX la moneda de oro se cambió por una sorpresa un poco más económica: una figura de cerámica.