Actualizado 07/09/2010 22:51

Iberoamérica.- Eduardo Galeano aboga por intensificar el diálogo para erradicar "los problemas capitales del mundo"


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El escritor uruguayo Eduardo Galeano abogó por escuchar a los habitantes de las regiones más deprimidas del mundo e intensificar la cooperación con ellas en una relación entre iguales para combatir el racismo, el machismo, la homofobia, el terrorismo, la industria bélica y la explotación laboral, problemas a los que se refirió como "Algunos pecados capitales del mundo al revés", en una conferencia magistral que ofreció este martes en la sede de la Agencia Española de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El literato hizo alusión a la expulsión de gitanos rumanos perpetrada en el último mes por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, considerando que es una expresión más de "la ceguera que padece el mundo de su propia diversidad" y que, a lo largo de la historia, ha conseguido marginar también a indígenas, mujeres, homosexuales y esclavos.

"No se trata de sostener que los negros son mejores que los blancos o las mujeres mejores que los hombres porque estamos todos hechos de la misma manera: mitad mierda, mitad maravilla, somos todos capaces de los mejor y de lo peor. Se trata de que todos tengamos la oportunidad de demostrarlo en igualdad de condiciones", dijo Galeano con motivo de la semana de la cooperación que se celebra estos días en Madrid.

"¿Por qué nos negamos a reconocer que lo mejor del mundo está en la diversidad de los muchos mundos que lo forman?", se cuestionó el autor al referirse a la construcción de muros como el que separa a Marruecos del Sáhara, Israel de los territorios palestinos o Estados Unidos de México, cuyo objetivo es aislar a unos pueblos de otros.

Además, Galeano cuestionó la capacidad de Naciones Unidas para garantizar la paz y la seguridad mundial atendiendo a la formación de su Consejo de Seguridad, integrado por Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia como miembros permanentes. "Los cinco países que tienen derecho de veto son los principales fabricantes de armas, o sea, los que hacen el negocio de la guerra son los que velan por la paz mundial. ¡En buenas manos estamos!", apuntó.

En la misma línea, el uruguayo criticó la carrera armamentística emprendida por algunos gobiernos que priorizan la capacidad militar de sus ejércitos sobre la satisfacción de las necesidades básicas de su población. "El mundo actual, al servicio del crimen organizado, destina cada minuto 3 millones de dólares (2,3 millones de euros) a los gastos militares, que es el nombre artístico de los gastos criminales, mientras cada minuto mueren 15 niños de hambre en alguna parte del mundo", comentó.

Así, el escritor explicó que los países recurren a la fabricación de enemigos para generar un sentimiento de miedo entre la población y justificar de este modo la abultada partida de gastos militares. "El miedo es una fuente de jugosos negocios y excelentes coartadas para los fabricantes de armas", subrayó.