Actualizado 21/11/2016 08:16

Los increíbles hoteles de sal de Bolivia

Hotel de sal en Bolivia
WIKIPEDIA
   

   SUCRE, 21 Nov. (Notimérica) -

   Dormir en una cama construida con bloques de sal es posible hoy en día en Bolivia. Los hoteles que construyen sus paredes y muebles con sal están ubicados en el salar de Uyuni, el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo.

   El salar está ubicado en el departamento de Potosí al suroeste de Bolivia. Es uno de los principales destinos turísticos con más de 60.000 visitas anuales. Su principal atractivo es el desierto salado que cuenta con una extensión de 10.582 kilómetros cuadrados.

   

   Sobre la superficie blanca y plana del salar se han construido muchos hoteles siguiendo la geografía de la zona, cubierta enteramente de sal. Bloques para las paredes, bases para las camas de las habitaciones, mesas de comedor y sillas de descanso, todo moldeado por artesanos de la zona con granos de cloruro de sodio.

   

   Desde el suelo hasta el techo, los hoteles ofrecen a los visitantes una experiencia hotelera blanquecina, rodeados del desierto que en los meses de enero y marzo se humedece ligeramente y refleja impecablemente el cielo y las nubes.

   Al estar construidos enteramente de sal, los hoteles deben renovar y restaurar sus muebles e infraestructura en la época lluviosa, pues el agua desintegra las paredes y debilita las esculturas. De igual forma, la sal corroe el cableado de electricidad y otros elementos de metal, lo que obliga a los empresarios a renovar constantemente sus instalaciones.

   Actualmente el salar de Uyuni cuenta con muchos hoteles de sal entre los que destacan 'Palacio de sal' y 'Luna Salada'. Ofrecen a los turistas cocina peruana tradicional de la zona y diversos servicios relacionados con la sal, masajes y exfoliaciones, jacuzzi de agua salada y souvenirs moldeados con los granos del mineral.

   

   Además del turismo como fuente económica, el salar de Uyuni representa para sus habitantes una fuente importante de ingresos, ya que de él extraen, por medio de la deshidratación, cloruro de sodio para su venta en la capital boliviana. El desierto en la actualidad es una de las mayores reservas de litio, potasio, boro y magnesio del mundo.