SAN SALVADOR, 5 Mar. (Notimérica) -
Hombres vestidos con ropas de camuflaje, fusiles y botas militares no es una imagen extraña en El Salvador. El gobierno del país centroamericano ha creado tres batallones militares conformados por 200 personas, como medida en contra del accionar de las pandillas y delincuencia general.
Han sido denominadas Fuerzas Especiales de Reacción de El Salvador (FES) y su misión inicial fue la ubicación y desarticulación de las pandillas en los municipios 'más violentos' y aislados del país. Actualmente realizan tareas de patrullaje policial en todo el territorio salvadoreño.
La persecución de más de 100 líderes de pandillas prófugos en zonas montañosas del país aceleró el proceso de creación de las FES. El entrenamiento de los soldados incluye, además de los disparos, un adiestramiento especial en Derechos Humanos para el respeto de la vida y la dignidad humana.
La violencia en el pequeño país centroamericano ha permitido que se catalogase como uno de los países sin guerra más violentos del mundo. Según las estadísticas de la Policia Nacional Civil cada día mueren alrededor de 11 salvadoreños a causa de la guerra entre las padillas MS-18 y Mara Salvatrucha.
La implementación de la FES produjo una disminución de homicidios, incautación de armas de fuego ilícitas y drogas provenientes de los carteles del sur del continente americano.
ACCIONES PREVIAS
Esta no es la primera ocasión que El Salvador toma medidas desesperadas contra la violencia. En 2003, el entonces presidente del país Francisco Flores, implementó un plan contra la delincuencia al que denominó 'Mano dura'. La estrategia permitió la captura indiscriminada de decenas de pandilleros que eran liberados posteriormente por falta de pruebas en los juzgados.
La sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña decretó en los primeros meses del año 2004 'inconstitucional' dicho plan. Elías Antonio Saca, presidente electo en 2004, presentó un nuevo 'Plan súper mano dura'. Las 'manos duras' dejaron a su paso 21.101 homicidios ocurridos en el país previos a los comicios presidenciales de 2009.
Después de los comicios y de un cambio en la Presidencia de la República, el partido oficialista perdía las elecciones e ingresaba al poder el FMLN integrado por exmiembros de las guerrillas. Su candidato, el periodista Mauricio Funes, impulsó lo que los medios llamaron 'Tregua entre pandillas'.
La 'Tregua' permitió la reducción dramática de homicidios a cambio de ciertos beneficios penitenciarios. En la administración Funes se redujeron los homicidios a 17.851. Las negociaciones eran propiciadas por el Gobierno de la República y la Iglesia católica.
Cinco años después el gobierno de Salvador Sánchez Cerén impulsó el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CSCC) como iniciativa inclusiva para la evaluación de planes de inserción social y prevención a la violencia. Posteriormente el mismo gobierno impulsó los comandos militares en contra de las pandillas FES.
FUERZAS DE REACCIÓN EN LA GUERRA
Los batallones especiales tienen mucha historia en El Salvador. En 1980 se crearon en el seno de una milicia abatida por las guerrillas. Su objetivo: ubicar y eliminar a cualquier grupo de guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Los Batallones de Infantería de Reacción Inmediata (BIRI) eran entrenados por la 'Escuela de las Américas' del ejército estadounidense y se les atribuyeron buena parte de las masacres y crímenes de guerra, de los que fueron absueltos tras los acuerdos de paz.