Por Steve Ginsburg
ORLANDO, EEUU (Reuters/EP) - El talentoso escolta de Los Angeles Lakers Kobe Bryant demostró que hay vida después de Shaquille O'Neal al guiar a su equipo a ganar el domingo su decimoquinto título de la liga estadounidense de baloncesto, la NBA, con una nueva victoria sobre Orlando Magic.
Bryant consiguió su cuarto título luego de que los Lakers se impusieran por 99-86 para definir la serie final con un 4-1 a su favor en el quinto partido.
De todos modos, este éxito fue el primero de Bryant sin el ya retirado pivote O'Neal dentro de la cancha.
"Desde el punto de vista de responder al desafío, de la gente diciendo que no podía hacerlo sin él, me siento bien, porque se demuestras que la gente está equivocada", dijo el escolta.
Bryant, de 30 años, fue elegido como el jugador más valioso de los 'playoffs', un reconocimiento que obtiene por primera vez ante la ausencia de O'Neal, dueño indiscutido del mismo en campañas anteriores.
Bryant calificó de "idiotas" a las críticas que indicaban que él necesitaba a O'Neal para ganar el título.
"Cada equipo tiene su dúo dinámico", destacó. "Es una lástima. Pero esto es lo que hay. No iba a intentar discutir sobre eso. No arregla nada. Así que simplemente acepté el desafío e intenté demostrar que estaban equivocados", añadió.
MACHOS ALFA
Sin embargo, Bryant afirmó que los títulos que ganó con O'Neal eran "especiales".
"Somos geniales a nivel individual, pero cuando uno ve a auellos dos equipos (de los Lakers) probablemente ecuentra al primer dúo dinámico que tenía dos machos alfa en un equipo", remarcó.
"Nos las arreglamos para hacerlo funcionar en los tres campeonatos. Para mí tiene que ver con los años que tuvimos, pero también con disfrutar los siguientes", continuó.
Orlando Magic estaba buscando el primer título de su historia, pero no tuvo opción frente a un Bryant que logró un promedio de 32,4 puntos por partido durante la serie final.
Once veces partícipe del Juego de las Estrellas de la NBA y elegido Jugador Más Valioso de la liga en el 2008, Bryant dijo que sus hijos lo llamaban "gruñón" durante los playoffs porque estaba demasiado centrado en ganar el título.
No obstante, las sonrisas lo invadieron después de que los Lakers salieran victoriosos y admitió que el revés que padeció en la final del año pasado ante los Boston Celtics había sido una de las principales motivaciones en esta temporada.
(Traducido por la Redacción de Madrid)