Actualizado 21/11/2015 21:42

El Barça humilla al Real Madrid en el Clásico


MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El FC Barcelona ha goleado a su antojo (0-4) al Real Madrid este sábado en el Santiago Bernabéu para estirar a seis puntos la ventaja con el eterno rival en lo alto de la Liga BBVA, un choque pobre de los de Rafa Benítez que terminó con pañolada y gritos de dimisión hacia Florentino Pérez, tras ser superados por el despliegue visitante liderado por Andrés Iniesta en el centro del campo y por la racha de Neymar y Luis Suárez.

Los 15 días de parón y el ambiente complicado por la amenaza terrorista que se cierne sobre Europa no cambiaron el contexto del fútbol español. El Barça aprovechó el 'clásico' para alargar su gran momento de forma y el Madrid alimentó las críticas a su juego hasta límites insospechados. Con todos aptos para jugar, el técnico local terminó apostando por la 'BBC' junto con James y sacrificó a Casemiro, mientras que Luis Enrique pobló el centro del campo y decidió guardarse a Messi, recién salido de su lesión de dos meses.

Los locales, rotos por la mitad, sufrieron la brillantez de Iniesta, con mucho trabajo de Sergi Roberto y Busquets, y el acierto goleador de la dupla Suárez-Neymar. El recital azulgrana terminó retratando a un Madrid impotente, con mucho trabajo por delante a pesar de las estadísticas a las que se aferraba su técnico. El método Benítez salió aniquilado, con la segunda derrota consecutiva, y con muchos deberes en su cuenta, si un Bernabéu enrabietado se lo permite. Tras 12 jornadas, el campeón se escapa y el Atleti puede asaltar la segunda plaza.

Con toda la plantilla a su disposición, no tenía fácil acertar Benítez, y seguramente el marcador hubiese sido el juez. Pero ni por el resultado por supuesto ni, sobre todo, por lo visto en el césped de Chamartín, el Madrid estuvo a la altura de un partido visto por 600 millones de personas, en medio del mayor despliegue de seguridad visto en España. Los de Luis Enrique se gustaron a medio gas y sin Messi, y sacaron un 0-2 de la primera mitad que terminó ya con pañolada del público local y gritos de dimisión hacia el técnico y el presidente, Florentino Pérez.

El conjunto blanco tardó poco en verse sometido al centro del campo azulgrana y al acierto de dos jugadores que hacen que no sea necesario para 'Lucho' contar con el cuatro veces ganador del Balón de Oro. Suárez y Neymar alargaron su racha desde que se echaron el equipo a la espalda por la lesión del argentino y agujerearon la meta del 'tico' Navas. Mientras, el Madrid animó a su rival con una actitud contemplativa, una presión inexistente y un equipo partido.

La urgencia local por recuperar el liderato 15 días después de perderlo en Sevilla no pareció tal. Cuatro o cinco minutos tardó el Madrid en replegarse y permitir al Barça jugar a su antojo, contando el rival con los dos máximos goleadores de la liga arriba. Así, con suma facilidad, Sergi Roberto rompió por la banda derecha y asistió a Suárez, que con el exterior silenció el Bernabéu a los once minutos. Los de Benítez se disponían a sufrir y mucho sin balón, incapaces de sacrificarse en la presión.

El Barça pecó incluso de relajación, pero no necesitaba más que guardar el balón para dominar el encuentro y sacar los colores a un Madrid sumiso y sin respuesta. Esperó demasiado el cuadro catalán y se contagió de un ritmo pausado, falló pases fáciles y el duelo se llegó a enredó con faltas en ambos lados, pero el Madrid no lo aprovechó. Alves se las tuvo con Cristiano y Ramos, y Mascherano dio el susto y terminó siendo sustituido... Con el Madrid roto y la defensa local sin ayudas, se mascaba la tragedia blanca en cada presión azulgrana.

El Real Madrid seguía sin comparecer y con dos errores seguidos de Mathieu, sustituto de 'Mache', y Bravo gozó de la mayor sensación de peligro en la recta final. Sin embargo, en la siguiente jugada, en una salida sin ayudas de Modric, el Barça terminó de abrir la herida con el segundo, el duodécimo en Liga de Neymar. Antes del descanso, la conexión con Suárez estuvo cerca de dejar el tercero, lo cual provocó una pañolada y una sonora pitada con los jugadores camino del vestuario.

La segunda mitad se antojaba todo un desafío para los de Benítez, pero el intento de reacción se tradujo en dos llegadas, dos ocasiones, de Marcelo y James, antes de que Iniesta hiciera al público local buscarse de nuevo los pañuelos. El Madrid volvió pronto a ser un espectador en grupo, para ver la internada del manchego y la pared con Neymar, antes de que el capitán culé pusiera el balón en la escuadra (0-3). Coser y cantar la visita al campo del eterno rival y con Messi en el banquillo.

MESSI ENTRÓ CON 0-3.

Pese al resultado, quizá viendo que el partido tenía rasgos de entrenamiento, Luis Enrique decidió dar entrada a Messi. Al Real Madrid se le acumulaba el trabajo. El argentino, aunque recuperado, no estuvo al cien por cien, aunque tampoco lo necesitaba su equipo. Sí pudo dejar asistencias de lujo, pero el partido no obligaba al esfuerzo. El Madrid, por su parte, no mejoró en exceso con la entrada de Isco y acusó la salida por lesión de Marcelo, su mayor arma.

Aún así, con 20 minutos por delante Cristiano tuvo un mano a mano con Bravo que resolvió el meta chileno. Sin duda no era el día de reconquistar los corazones blancos para el delantero portugués. Como tampoco fue la tarde del preparador madridista. El ejercicio de su equipo, en su estreno en un 'clásico', recibió la puntilla con el segundo de Suárez, once en liga, en un tiralíneas que comenzó Messi.

El tramo final no dejó más que malas noticias para el Madrid. La impotencia de Carvajal e Isco con Neymar, este segundo expulsado por roja directa, y un estadio que buscaba culpables en el palco y el banquillo mientras ovacionaba a Iniesta al ser sustituido. El 'clásico' dejó tocado a los blancos y lanzado a un Barça que se frota las manos pensando en que en enero aún puede mejorar con efectivos una plantilla que tiene claro sus virtudes.