Actualizado 10/09/2016 13:29

El 'boosting', un tipo de dopaje en los Juegos Paralímpicos

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   BRASILIA, 10 Sep. (Notimérica) -

   En plenas competiciones de los Juegos Paralímpicos de Río 2016 ha saltado la alarma por una sádica, pero frecuente, práctica de dopaje utilizada por los discapacitados para mejorar sus marcas competitivas que les lleven a ganar diferentes medallas durante el torneo.

   El 'boosting' suele darse en deportistas paralímpicos que sufren lesiones en la médula espinal y, para estimular su presión arterial, se autolesionan de manera voluntaria en diferentes partes de su cuerpo que se encuentran insensibilizadas.

   El ritmo cardíaco de personas que tienen este tipo de capacidades especiales se ve mermado durante un esfuerzo violento, que no se prueba como resultado en su rendimiento por falta de resistencia o por fatiga. Así, con este tipo de prácticas se consigue aumentar la presión arterial y mejorar el flujo sanguíneo que les permite una mejora física durante las competiciones.

   Algunas de estas prácticas se relacionan con diversas fracturas en los dedos de los pies, descargas eléctricas o diferentes hemorragias autoinflingidas que hace unos años alertaron a la Agencia Antidopaje Mundial (AMA) y el Comité Internacional Paralímpico (CIP).

   Estos organismos llevaron a cabo una investigación con diferentes datos de los años 2008 y 2009 en los que se destacó que "pese a ser conscientes de los riesgos para su salud, el 16,7 por ciento de los participantes en el estudio admitieron haber recurrido al 'boosting' para mejorar su rendimiento durante el entrenamiento o la competición".

   Sin embargo, el problema de esta práctica no solo significa una trampa durante los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, sino que también causa distintas secuelas en los deportistas que se autolesionan.

   De esta forma, pueden sufrir hiperreflexia autónoma, una reacción anormal y exagerada del sistema nervioso que puede incluir modificaciones en la frecuencia cardíaca, hipertensión arterial y espasmos musculares. De hecho, tal aumento de presión arterial puede ocasionar un ataque cerebral que desencadene en la muerte.

   Precisamente, competir con este diagnóstico está prohibido por el CPI desde el año 2004 y, para evitarlo, se han realizado controles a los atletas que han aumentado en cantidad en la celebración de estos torneos, ya que en los Juegos de Pekín del año 2008 se realizaron 37 controles y en Londres 2012 otros 41, según indica el diario argentino 'La Nación'.

   Por tanto, los atletas que tengan una tensión superior a 160 mmHg no podrán participar en las competiciones, frente a los 180 mmHg permitidos anteriormente (valor máximo de la presión arterial sistólica). La medicina general atribuye hipertensión arterial al valor de 140 mmHg.

   "Es deber del CPI para garantizar la salud de los atletas, a la integridad del deporte y para proteger a los atletas limpios", ha asegurado el director del servicio médico y científico del CPI, Peter Van de Vliet.

OTROS PROBLEMAS

   El 'boosting' no es el único problema al que se enfrentarán los Juegos Paralímpicos, ya que también se han dado casos en los que los atletas han simulado padecer dolencias más graves de las que realmente tienen, algo que es extremadamente difícil de comprobar debido al delicado tratamiento de las minusvalías.

   Algunos deportes presentan mayores dificultades para determinar el grado de minusvalía de sus competidores, como es el caso de la natación, donde en las primeras pruebas preparatorias se evalúa el nivel de discapacidad para formar parte de una u otra competición más tarde.

   Pero otras modalidades que podrían presentar mayor accesibilidad para conocer las cualidades de sus deportistas como es el baloncesto, fue noticia en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000 cuando se le retiró la medalla de oro al equipo español de baloncesto.

   Se descubrió que más de la mitad de sus jugadores habían simulado algún tipo de discapacidad mental durante la competición para continuar hasta ganar el máximo premio, algo que reveló uno de los integrantes del equipo, Carlos Ribagorda.