RIO DE JANEIRO (Reuters/EP) - El candidato opositor para la presidencia de Brasil, José Serra, se sumó el jueves a las preocupaciones de la FIFA con respecto al retraso de las preparaciones para el Mundial de fútbol del 2014, que se disputará en ese país.
"La Copa está atrasada en todo Brasil", dijo el ex gobernador de Sao Paulo y abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en una entrevista con la Radio Tupi.
Después del término del Mundial de Sudáfrica, la FIFA y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) alertaron sobre las obras de infraestructura que deben ser realizadas en el país hasta el 2014.
El secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, dijo que Brasil aún tiene mucho trabajo por hacer en términos de estadios, aeropuertos, sistemas de comunicación y hospedaje.
El presidente de la CBF, Ricardo Teixeira, en tanto, citó a los aeropuertos como el tema más preocupante.
Esa críticas fueron reforzadas por Serra. "Nuestros aeropuertos están al borde de un apagón. No veo que las cosas anden", sostuvo el político, sin dejar de criticar al Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Necesitan hablar menos y hacer más", agregó.
Serra defendió la concesión de los aeropuertos de mayor movimiento en Brasil a manos de privados, para evitar el caos aéreo.
Los estadios también son un motivo de preocupación para el Mundial 2014. La gran mayoría de ellos no ha comenzado aún a realizar trabajos de reforma ni construcción.
El mes pasado, el estadio Morumbi fue excluido del certamen, lo que dejó a la ciudad de Sao Paulo sin un lugar para realizar los partidos.
El candidato opositor apoyó una vez más la idea de que la final de la Copa 2014 se juegue en el estadio Maracaná, pero alertó que el estadio necesita de reformas.
"El Maracaná tiene un problema de drenaje que necesita resolver", aseguró.
El Gobierno estatal de Río de Janeiro abrió una licitación para obras de modernización del Maracaná, valuadas en alrededor de 700 millones de reales (395 millones de dólares).
Serra afirmó que le gustaría ver a Brasil coronarse como campeón en el Maracaná en el 2014 para borrar un trauma que carga desde la infancia, cuando la selección nacional perdió la final en 1950 ante Uruguay.
"Fue el día más triste de mi vida, después de la muerte de mis abuelos y de mis padres", aseguró.
(1 dólar = 1,772 reales)