MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Mundial de atletismo, que se disputa en Pekín del 22 al 30 de agosto, será testigo del apasionante duelo en 100 y 200 metros entre el vigente campeón olímpico y mundial, Usain Bolt, y el aspirante y líder del año, Justin Gatlin, en una competición en la que destaca la presencia de estrellas como el saltador Renaud Lavillenie o los fondistas Genzebe Dibaba y Mo Farah, que buscan sus mejores resultados a un año de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
A la vista de los últimos años, las pruebas de velocidad volverán a ser cosa de Jamaica y Estados Unidos, que pugnarán por el dominio mundial. En el hectómetro, Usain Bolt vuelve a acaparar todos los focos en busca de su segundo metal de oro consecutivo y que sería su tercero en total.
Desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Bolt no se ha bajado del escalón más alto del podio en 100 metros, 200 y 4x100 en una gran competición, quitando la salida en falso del hectómetro hace cuatro años en los mundiales de Daegu. Sin embargo, este año su reinado es una incógnita ante la 'explosión' del velocista estadounidense Justin Gatlin.
Campeón olímpico en Atenas 2004 y mundial en Helsinki 2005, el de Brooklyn tuvo que pasar una 'travesía en el desierto' tras dar positivo en 2006. Tras cooperar con las autoridades, su sanción fue reducida y Gatlin regresó al más alto nivel siendo tercero en los JJ.OO. de Londres 2012 y segundo hace dos años en Moscú 2013 tras Bolt.
Y es que desde este año precisamente data su última derrota sobre una pista de atletismo. Desde que perdiera en septiembre 2013, el estadounidense está invicto y ha logrado una racha de 27 victorias tanto en 100 como en 200. Además, esta temporada ostenta las mejores marcas del año en ambas distancias: 9.74 y 19.57.
Sin embargo, la capacidad competitiva de Bolt parece su mejor virtud. Tras una lesión en 2014, el de Sherwood Content ha tenido problemas para acercarse a sus marcas, hasta que hace unas semanas bajó por fin de los 10 segundos y logró dos registros en Londres de 9.87.
Mientras, otros atletas como el jamaicano Asafa Powell y los estadounidenses Tyson Gay y el joven Trayvon Bromell, que han estado en unas marcas similares, tratarán de dar la sorpresa. Además, el duelo entre Gatlin y Powell no se quedará ahí y se podrá ver también en los 200 metros e incluso en el relevo 4x100.
En categoría femenina, el duelo en el 100 también está servido entre la vigente campeona olímpica y mundial, Shelly-Ann Fraser-Pryce, y la estadounidense English Gardner. La favorita es la jamaicana, que ostenta dos registros por debajo de 10.80. Junto a ellas se erigen las figuras de la también jamaicana Veronica Campbell-Brown y la estadounidense Tori Bowie.
GENZEBE DIBABA Y MO FARAH, ESTRELLAS EN LAS PRUEBAS DE FONDO
La joven atleta etíope Genzebe Dibaba será una de las grandes estrellas de la competición y una de las máximas favoritas en el 5.000. Tras batir en Barcelona el récord africano de 1.500 en Barcelona a principios de julio, días después la etíope rompió la plusmarca mundial de esta misma distancia que tenía la china Qu Yunxia desde 1993 y que parecía imposible de batir.
La paradoja es que hace un mes la Federación etíope decidió no inscribir a la atleta en esta especialidad, para que se decante por el 5.000 y no sufra el cansancio ante el desgaste de hacer unas hipotéticas cinco pruebas. Esta decisión no estaba cerrada, aunque todo apunta a que Dibaba no 'doblará' en la capital china.
El que sí podría realizar dos pruebas sería el atleta británico Mo Farah, que pretende olvidar los últimos meses convulsos por las acusaciones de dopaje que rodean a su técnico, Alberto Salazar. Sin embargo, el atleta de origen somalí no se vio afectado por la presión en la Diamond League en Londres hace un mes, cuando ganó el 3.000 con la mejor marca del año.
Farah podría buscar en Pekín un histórico cuarto doblete consecutivo en grandes competiciones, tras ganar el oro en 5.000 y 10.000 en los JJ.OO. de Londres 2012, en los Mundiales de Moscú 2013 y los Europeos de Zúrich 2014. Además, en el 5.000 podría sumar su tercer oro consecutivo en un Mundial tras vencer también en Daegu 2011.
Mientras, en el mediofondo, uno de los duelos estrella se puede librar en el 800 metros lisos masculino. El oro mundial en 2011 y olímpico en 2012, David Rudisha, regresa a un Mundial tras perderse el de 2013 y sufrir un período de lesiones. El plusmarquista mundial ha vuelto, pero se encuentra con la oposición del botsuano Nijel Amos, en una de las pruebas más abiertas y con presencia del bosnio Amel Tuka y del polaco Adam Kszczoty como posibles sorpresas.
LAVILLENIE QUIERE EL ORO QUE LE FALTA
En las pruebas de concursos, el gran atractivo se encuentra en la presencia del saltador francés de pértiga Renaud Lavillenie, que busca el gran título que le falta en su palmarés. Siendo ya campeón olímpico en Londres 2012, campeón mundial en pista cubierta y europeo tanto al aire libre como en pista cubierta, el atleta de 28 años quiere poner un broche que le llevaría al olimpo de los mejores atletas de la historia.
No en vano, Lavillenie ha sido el único capaz de elevarse por encima del listón del mítico Sergey Bubka. En Donetsk el año pasado y bajo pista cubierta, el francés saltó 6.16, el que más en la historia. Sin embargo, el ucraniano mantiene todavía el récord al aire libre, que es otro de los grandes objetivos del atleta francés.
Pero como fueran para Bubka los Juegos Olímpicos (sólo un oro), Lavillenie se está estancando en los Mundiales. El francés ha sido dos veces bronce en Berlín y Daegu, y una vez en plata en Moscú. En la capital rusa partía como favorito, pero fue sorprendido por el subcampeón olímpico de Londres 2012, el alemán de origen africano Raphael Holzdeppe, que volverá a ser su máximo rival.
Antes del Mundial, parecía que las dudas volvían a acechar al francés tras encadenar dos derrotas seguidas en los mitins de París y Lausana. Sin embargo, en Londres hace un mes volvió a elevar su figura por encima de los 6 metros, para lograr una marca de 6.03 y acercarse al mejor registro del año en su poder (6.05).