Por Julien Pretot
PARIS (Reuters/EP) - El ciclista español Alberto Contador rozó la muerte hace cinco años y esa experiencia lo ayudó a capear la tormenta vivida en su propio equipo en el camino al segundo título en el Tour de Francia que logró el domingo.
Las críticas de su compañero en el Astana Lance Armstrong -siete veces campeón del Tour- sobre sus tácticas durante la carrera fueron insignificantes en relación con lo que el pedalista madrileño debió atravesar en el 2004.
Durante la primera etapa de la Vuelta a Asturias, Contador cayó y sufrió convulsiones. Fue entonces que se le diagnosticó un cavernoma cerebral, una enfermedad vascular congénita por la cual debió someterse a una riesgosa cirugía luego de haber pasado 10 días en coma.
Contador ahora lleva con él una cicatriz en la parte de arriba de su cabeza, que va de una oreja a la otra.
"Pienso en esa experiencia muy a menudo, me ayuda a valorar las cosas pequeñas", dijo el español durante una entrevista con Reuters realizada el domingo tras su victoria en el Tour.
"Siempre llevo eso en mi mente a donde voy y me ayuda a mantener las cosas en perspectiva. Cuando lo pienso hoy, sé por qué luché", agregó.
Contador, quien demostró ser el más fuerte en las montañas y superó claramente al resto de los favoritos en las pruebas contrarreloj del Tour, debió luchar tanto contra sus compañeros de equipo como contra sus rivales.
ORDENES DE EQUIPO
El español fue criticado por Armstrong cuando atacó en la primera etapa de los Pirineos con destino en Arcalis. El experimentado estadounidense, de 37 años, dijo que Contador no había respetado las órdenes del equipo.
"Ese episodio fue malinterpretado por mucha gente", aclaró Contador en una charla que mantuvo con Reuters en el tren que trasladó a los corredores desde Avignon, en el sur de Francia, hasta Montereau Fault-Yonne, donde dio inicio el tramo final.
"Ese día yo me sentía extremadamente fuerte, por eso ataqué, eso es todo. Me sentía tan bien que incluso había querido atacar antes", explicó.
El nacido en Pinto, uno de los cinco hombres que logró ganar las tres grandes competencias del ciclismo -el Tour, el Giro de Italia y la Vuelta a España- se adelantó al resto a dos kilómetros del final de aquella etapa y logró una ventaja respecto a Armstrong en la clasificación general.
"Solo vi la oportunidad de distanciarme de mis rivales", simplificó el español.
"Debemos tener en mente que no hubo muchas oportunidades para hacer diferencias en las montañas durante este Tour", añadió.
Sólo tres etapas montañosas finalizaron en cimas en la carrera de este año y en las dos primeras fue Contador quien impuso su autoridad.
El madrileño se adueñó del maillot amarillo de líder gracias a un poderoso ataque en el ascenso a Verbier, en Suiza, antes de controlar a sus adversarios durante la escalada al siempre intimidante Mont Ventoux.
"Este Tour me dio mucha experiencia", aseguró Contador, nacido en 1982.
"Ahora tengo más experiencia en la bicicleta, pero también como hombre. Después de todo lo que pasé, me merezco unas buenas vacaciones. Necesito alejarme del ciclismo por un poco de tiempo", continuó.
Sin embargo, Contador participará de la Clásica de San Sebastián el sábado en la región del norte de su país y luego competirá en el Gran Prix de Plouay el mes que viene.
De todas maneras, el español aclaró que no defenderá su título en la Vuelta cuando la competición comience en agosto.