Por Alan Baldwin
LONDRES (Reuters/EP) - Las escuderías de la Fórmula Uno presentaron ante las autoridades de la categoría lo que ven como el último intento para terminar con la disputa que enfrenta a ambos grupos respecto a las reglas del 2010 y que podría causar una división en el deporte.
"Llegó el momento en que, por los intereses del deporte, todos debemos buscar el compromiso y sacar urgente una conclusión al prolongado debate en torno al campeonato mundial del 2010", dijo la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA, por su sigla en inglés).
Reuters tuvo acceso a una copia de la carta que presentó el órgano que agrupa a la mayoría de las escuderías y que fue dirigida al presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Max Mosley, y al director comercial de la F1, Bernie Ecclestone.
"Esperamos que consideren que esta carta representa un movimiento significativo por parte de los equipos, los cuales manifiestan su buena voluntad para comprometerse con el deporte hasta finales del 2012", indicó la carta.
"También esperamos que consideren estas propuestas e intenten evitar el potencial retiro de algunos equipos importantes de la F1. Ahora es momento de encontrar una solución rápida y razonable a este asunto", agregó.
Una fuente cercana a uno de los equipos comentó que la carta representaba un último intento de comprometerse con el deporte con vistas a la fecha límite del viernes para que cinco de los integrantes de la FOTA presenten su inscripción incondicional al próximo campeonato, por lo que la reacción de la FIA tendrá vital importancia en el tema.
La FOTA sugirió que la fecha debería ser postergada hasta el 1 de julio para tener más tiempo para discutir el asunto y para lograr la firma de un nuevo Acuerdo Concorde.
AMENAZA DE FERRARI
La FIA dijo el martes que las negociaciones con los equipos de la FOTA se habían estancado y que las reglas del 2010, que incluyen el controvertido tope presupuestario, se mantendrían tal cual fueron publicadas.
El campeón de constructores Ferrari amenazó con abandonar la categoría luego de 60 años de presencia ininterrumpida en caso de que no se modifique el tope de 40 millones de libras esterlinas (65,22 millones de dólares) para los presupuestos, pensado para promover el ingreso de nuevas escuderías y para ayudar a las actuales en medio de la crisis económica.
Renault, Toyota y los dos equipos pertenecientes a Red Bull también expresaron que no pueden aceptar esa reglamentación.
La FIA acusó a la FOTA de querer expropiar el gobierno del deporte.
En su carta, la entidad que agrupa a las escuderías propuso una solución sobre la complicada cuestión del tope presupuestario o "restricción de recursos", como la denominaron.
"Entendemos (...) que podría ser posible una solución basada en la propuesta de restricción de recursos de la FOTA, pero con la introducción de nuevas medidas", aclaró el organismo de los equipos.
"Proponemos elegir a una empresa importante de contadores independientes que lleven adelante métodos de auditoría para implementar en todos los equipos. Esa metodología y los resultados serían publicados por la FIA", explicó.
Bajo la actual regulación, los equipos tienen la opción de optar por competir con un presupuesto máximo de 40 millones de libras esterlinas a cambio de una completa libertad en la parte técnica.
Tres nuevas escuderías confirmaron su presencia incondicional en el próximo campeonato de la F1 bajo tales circunstancias, sumándose así a Williams y Force India.
Sin embargo, la FOTA remarcó que quería que la firma Cosworth, que será la proveedora de motores para los nuevos equipos, diseñe nuevamente sus productos para que no cuente con ventaja en cuanto a rendimiento.
A cambio, la entidad "adoptará un solo paquete de medidas para todos los competidores, sin ajustes para las revoluciones de los motores ni para otras cosas".
Además, las actuales escuderías asistirían técnicamente a los nuevos equipos.