Actualizado 25/06/2009 18:16

FUTBOL-EEUU va a la final de la Copa en lugar de volver a casa

BLOEMFONTEIN, Sudáfrica (Reuters/EP) - La selección de fútbol de Estados Unidos, que el domingo estaba prácticamente eliminada de la Copa Confederaciones, intenta asumir su pase a la final del torneo tras derrotar el miércoles a España.

La abrumadora victoria 2-0 sobre el campeón de Europa en el estadio Free State fue la gran sorpresa del torneo, que ya había tenido otros resultados inesperados.

El domingo, Estados Unidos enfrentará al pentacampeón del mundo Brasil o al organizador, Sudáfrica, en el estadio Ellis Park de Johannesburgo.

Los goles del joven de 19 años Jozy Altidore y del delantero Clint Dempsey dieron a los estadounidenses una merecida victoria sobre España, un equipo que parecía agotado y que venía de conseguir el récord mundial de 15 victorias consecutivas y de sumar 35 partidos sin perder.

El técnico Vicente del Bosque había ganado los 13 partidos con España desde que relevó a Luis Aragonés en el banco tras la Eurocopa 2008 y casi nadie creía que la selección que lidera el ranking de la FIFA fuera a caer ante Estados Unidos.

A pesar de ser decimocuarta en la clasificación de la FIFA, la selección de Estados Unidos sigue siendo una intrusa en el mundo del fútbol, y su posición se debe sobre todo a ser uno de los peces grandes junto a México en la CONCACAF, que tiene representantes como las Islas Vírgenes Británicas o Belice.

"Eso puede que sea verdad", dijo el capitán Carlos Bocanegra tras el partido. "Pero nadie puede quitarnos esta victoria".

"Lo merecimos. Defendimos muy bien, trabajamos como un equipo. El domingo parecía que íbamos a volver a casa, y ahora vamos a jugar la final. Merecemos estar ahí", agregó.

"PERMANECER JUNTOS"

Michael Bradley, quien tras ser expulsado en los últimos minutos se perderá la final, se mostró aún así entusiasmado.

"El domingo tenemos una ocasión de ganar un gran título", dijo el centrocampista, hijo del técnico Bob Bradley.

"Como jugador, todo el tema individual no importa nada, que me expulsaran no significa nada. Es un juego de equipo. Nos sentimos tan fuertes como equipo, que cuando un partido no va como querríamos, simplemente nos unimos más y trabajamos hasta que lo logramos", remarcó.

Estados Unidos perdió sus dos primeros partidos ante Italia y Brasil, y llegó al último encuentro de la fase de grupos sin puntos y una diferencia de gol de menos cinco.

Sus posibilidades de avanzar de ronda eran mínimas, pero la victoria 3-0 sobre Egipto y la de Brasil por el mismo resultado ante Italia les permitió colarse por la diferencia de goles.

Bob Bradley era casi el único miembro de la delegación estadounidense que antes del partido dijo que podrían derrotar a España jugando un fútbol directo y comprometido, y demostró tener razón.

El resultado fue la mayor sorpresa que ha dado Estados Unidos desde la famosa victoria 1-0 sobre Inglaterra en el Mundial 1950. Belo Horizonte, donde se jugó ese encuentro, está en la memoria del fútbol estadounidense. Ahora se le ha unido Bloemfontein.