Por Damián Pérez
LA PLATA, Argentina (Reuters/EP) - La figura de la selección argentina de fútbol, Lionel Messi, pidió tranquilidad luego del empate 1-1 con Bolivia el viernes en el partido inaugural de la Copa América que organiza su país.
El delantero jugó un partido deslucido y apenas tuvo ráfagas del brillo que muestra habitualmente en su club Barcelona de España.
"Ahora, más que nunca, tranquilidad. Si bien no es lo que esperábamos, no nos podemos volver locos", declaró el atacante del Barcelona a periodistas luego del encuentro.
"Hay que ganar los dos partidos que nos quedan", agregó.
Messi, quien llegó a la Copa América con todas las esperanzas de un país sobre sus hombros, recibió una férrea marcación por parte del conjunto boliviano, cuyos centrocampistas defensivos se centraron en impedir que el habilidoso delantero se sintiera cómodo en la cancha.
Pese a que el entrenador argentino Sergio Batista lo ubicó en un rol similar al que lo hace brillar en el Barcelona, Messi se vio obligado a retroceder demasiado para encontrarse con el balón y se topó con marcas personales del equipo rival.
"Creo que hoy se dieron cuenta y le pusieron un jugador pegado a Messi. Yo lo viví, y es muy difícil jugar así", manifestó el autor del gol argentino, Sergio Agüero.
Al igual que Messi, el entrenador Batista se mostró decepcionado por el resultado, pero también intentó dejar una mirada optimista.
"Seguramente no se cumplió con las expectativas que nosotros teníamos", admitió el técnico de Argentina en conferencia de prensa.
"Hay cosas que mejorar, pero no son muchas. Estoy seguro, convencido, de que podemos salir adelante y lograr cosas", agregó.
Pese a que manejó la pelota durante casi todo el encuentro, Argentina careció de profundidad y de ideas claras a la hora de atacar, además de verse frustrada por un inteligente y sólido planteo del combinado boliviano.
No obstante, Batista, quien sucedió en el cargo a Diego Maradona tras el Mundial de Sudáfrica 2010, intentó no dramatizar.
"Queríamos ganar, pero el debut nunca es fácil. El encuentro con la gente en una competencia así nunca es fácil", señaló el entrenador argentino.