ATENAS, 18 (Reuters/EP)
El club de fútbol Olympiakos apeló el cierre parcial de su campo para el partido del próximo febrero en Liga de Campeones contra el Manchester United, argumentando que las sanciones de la UEFA eran duras puesto que no hubo comportamiento racista de los aficionados.
El organismo que supervisa el fútbol en Europa dijo el martes que las sanciones fueron impuestas por la "conducta racista de aficionados, por una organización insuficiente, el lanzamiento de petardos y el uso de un láser" en el partido del Grupo C contra el Anderlecht el 10 de diciembre.
La UEFA ordenó al campeón griego cerrar la grada inferior norte del estadio Georgios Karaiskakis, donde se reúnen sus barrabravas, para el partido de ida de octavos de final contra el United el 25 de febrero.
La UEFA multó también al Olympiakos con 30.000 euros (41.200 dólares).
Sin embargo, el portavoz de prensa del Olympiakos Kostas Karapapas escribió el miércoles en su cuenta en Facebook: "El castigo es por una pancarta particular que en cuanto se vio fue retirada y es por eso por lo que (la medida) es dura, cuando menos".
"No hubo ningún eslogan ni pancarta racista, y no se escucharon cánticos racistas durante el partido contra el Anderlecht", añadió.
Los medios griegos informaron que la pancarta mostraba un hombre que había sido decapitado.
"Hemos presentado una apelación para intentar asegurarnos de que nuestro estadio esté lleno contra el Manchester United", añadió Karapapas.
El Olympiakos falló dos penales pero aún así ganó por 3-1 contra el Anderlecht, que acabó con ocho hombres, clasificándose para la fase eliminatoria de la Liga de Campeones.
COMPORTAMIENTO RACISTA
El Zenit de San Petersburgo también fue sancionado por la UEFA por incidentes en la derrota 4-1 contra el Austria Vienna en su último partido de la fase de grupos, pero el club dijo el miércoles que no apelaría.
El líder de la liga rusa debe cerrar cuatro partes del estadio Petrovsky, donde normalmente se sitúan sus barrabravas, contra el Borussia Dortmund en los octavos de final del 25 de febrero.
La UEFA dijo que el Zenit había sido castigado por el "comportamiento racista de sus aficionados -principalmente desplegando una pancarta-, el lanzamiento de petardos y disturbios entre el público". El club fue también multado con 40.000 euros por las escenas desagradables que se produjeron.