Por Tatiana Ramil
SAO PAULO (Reuters/EP) - Pelé está preocupado con los retrasos en la preparación de Brasil para el Mundial de fútbol 2014 y el viernes afirmó que el país corre "un gran riesgo" de causarle vergüenza a él, que se empeñó en la campaña por realizar el certamen en su país.
"Ustedes saben la lucha que libramos para conseguir las Olimpíadas y la Copa del Mundo, viajando por el mundo pidiendo votos, y ahora llegó un momento que está preocupando a todo el mundo", dijo Pelé en una rueda de prensa.
"Brasil está corriendo un gran riesgo de avergonzarnos en la manera de administrar la Copa del Mundo, principalmente en la comunicación. Los aeropuertos asustan más y no sólo a los brasileños", añadió.
Pelé dijo que conversó con dirigentes de la FIFA y también con un grupo vinculado con el presidente de la UEFA, Michel Platini, que también manifestaron preocupación con el ritmo de los preparativos en Brasil.
La mayor parte de las obras para el Mundial están retrasadas y algunos de los estadios ni siquiera comenzaron a ser construidos, como es el caso del de Corinthians, escogido por Sao Paulo para la realización de los partidos por el certamen en esa ciudad.
"Brasil tiene la obligación de hacer una buena Copa del Mundo, una buena administración, e infelizmente ya está atrasando y tiene esta polémica de Sao Paulo (...) el Campeonato Paulista es la base del fútbol brasileño, es lo que debería ya estar definido y aún no está definido", manifestó el ex astro.
Sao Paulo será el lugar donde se jugará el partido de apertura del Mundial, según el comité organizador local.
Aún no está claro cómo hará Corinthians para ampliar su estadio, cuyas obras comenzarán el mes próximo, para los 60.000 lugares exigidos por la FIFA para la realización de un partido de apertura.
Además de los estadios, se necesitan diversas obras de infraestructura para recibir la Copa, así como aeropuertos adecuados.
En Brasil, los terminales aéreos están cerca de la saturación y eso representa un gran obstáculo para el país de cara al Mundial, como ya admitió el ministro de Deportes, Orlando Silva.