BUENOS AIRES, 18( Reuters/EP)
River Plate cerró el domingo el capítulo más negro de su historia, que incluyó seis años sin títulos y su primer descenso a la segunda división del fútbol argentino, al ganar el torneo Final, un logro alcanzado sin el juego vistoso o las figuras rutilantes que el club "millonario" disfrutó en el pasado.
El equipo del técnico Ramón Díaz afrontó sus limitaciones y enfrentó cada partido con más lucha que talento y mostrando muy pocos momentos de buen juego.
River, que el domingo goleó 5-0 a Quilmes, cerró el torneo con 37 unidades y fue uno de los campeones con menor cantidad de puntos sumados en los últimos años, superando solamente al San Lorenzo campeón del torneo Final 2013 que terminó el campeonato con 33 unidades y a Newell's Old Boys, que se consagró con 36 puntos.
Luego de un comienzo con dudas, River comenzó a levantar su nivel tras ganar en la cancha de Boca Juniors de la mano de los colombianos Eder Alvarez Balanta, Carlos Carbonero y Teófilo Gutiérrez, y un cabezazo heroico del defensor Ramiro Funes Mori.
Justamente Carbonero, Gutiérrez y el capitán Fernando Cavenaghi fueron los mejores exponentes del equipo, que mostró solidez defensiva gracias a las descollantes actuaciones de los arqueros Marcelo Barovero y Leandro Chichizola, quien reemplazó al titular en el final del torneo tras una lesión.
El delantero Fernando Cavenaghi fue el máximo anotador del equipo, pero con una magra cuenta de ocho goles.
Gutiérrez, quien levantó mucho su nivel tras un flojísimo primer semestre, fue uno de los más emocionados con el título de River.
"Dejé mucho por jugar acá. Dejé muchas cosas, inclusive en lo económico. Quise venir a este club porque soy hincha", dijo Gutiérrez.
De la mano de Díaz, el técnico más exitoso de la historia del club, River puso fin a seis años sin títulos. La última conquista fue en el torneo Clausura del 2008, con Diego Simeone, actual entrenador del Atlético Madrid, y con figuras como el retirado Ariel Ortega, el chileno Alexis Sánchez y el colombiano Radamel Falcao García.
Pero luego, una seguidilla de malas temporadas -que comenzó con el último puesto en el torneo Apertura del 2008, llevaron al club al momento más duro de su historia.
Las malas administraciones y las tempraneras ventas al exterior de jugadores destacados llevaron al club al colapso.
En el 2011 River perdió la categoría, en momentos en que el club parecía caerse a pedazos con deudas millonarias, enfrentamientos y muertos entre sus hinchas violentos y pésimos resultados en el campo de juego.
La reconstrucción comenzó de la mano del ex mediocampista Matías Almeyda, quien se retiró de la actividad tras el descenso e inmediatamente se calzó el buzo de entrenador del club que lo vio nacer.
Un agónico título logrado en la última fecha en la segunda división, de la mano de Cavenaghi y el francés David Trezeguet, devolvió a River a la primera división en el 2012.
A partir de allí, primero Almeyda y luego Díaz construyeron un equipo que, con más tesón que brillo, comenzó a escalar peldaños poco a poco, para finalmente gritar "campeón".
"Esto es para la gente de River que sufrió todos estos años, se lo merecen porque nos acompañaron todo el torneo, y también le doy las gracias a los jugadores por el esfuerzo para ganar el campeonato", dijo Díaz después de ganar su octavo título con el club de sus amores.