Por Luis Andrés Henao
LA PLATA, Argentina (Reuters/EP) - A pesar de tener 100 años, el ex futbolista argentino Francisco Varallo recuerda todo: el ruido de la pesada pelota de cuero, jugar lesionado porque las sustituciones no estaban permitidas y, más que nada, el histórico partido que se le escapó de las manos.
Varallo, el último sobreviviente de la final de la primera Copa del Mundo, cumplió 100 años la semana pasada en La Plata, la ciudad donde nació, cerca de Buenos Aires, recordando el choque de 1930 entre Argentina y su vecino Uruguay.
"Nunca en la vida, en todos estos años, he recibido un agasajo así", dijo Varallo, sonriente, mientras las lágrimas caían de sus ojos tras entrar a un teatro de La Plata donde cientos de personas se reunieron el viernes pasado para rendirle tributo.
Varallo fue un fornido delantero con un potente remate de derecha que le dio el sobrenombre de "Cañoncito". El atacante fue el jugador más joven en competir en la primera Copa del Mundo celebrada en Uruguay, en la que defendió los colores de Argentina con 20 años.
Mientras las luces del teatro se van apagando, imágenes en blanco y negro de la primera Copa del Mundo, que aparecían en una pantalla, mostraban jugadores europeos en sombreros de copa y elegantes sacos llegando al puerto de Montevideo luego de 15 días de viaje en barco a vapor.
También se veía al famoso cantante de tango Carlos Gardel visitando a los jugadores argentinos en el vestuario y al mítico estadio Centenario, donde Varallo y sus compañeros perdieron 4-2 la final contra Uruguay.
Varallo debutó en el fútbol a los 14 años y ayudó a su equipo Gimnasia y Esgrima de la Plata a ganar el único título en su historia en 1929, durante la era amateur. Un año después fue transferido a Boca Juniors, donde se quedó hasta el final se su carrera.
RECORD DE GOLES
En Boca, Varallo anotó 181 tantos, ostentando el récord de anotaciones desde 1939 -año en que se retiró- hasta el 2008, cuando fue superado por el delantero Martín Palermo.
Durante el partido de la Copa del Mundo ante Chile, Varallo sufrió una lesión en la rodilla y no pudo jugar en la semifinal, pero volvió para la final.
"Me jugué el alma en el segundo tiempo, y luego pude sentir el dolor en la rodilla. Estábamos con un hombre menos y a medida que avanzaba el partido, se fueron lesionando uno tras otro", dijo Varallo a la página web de la FIFA (www.fifa.com) en una reciente entrevista recordando cuán cerca estuvo Argentina de ganar la primera Copa del Mundo.
"Empeoré mi lesión cuando le pegué al travesaño con un disparo que pudo haber sido gol. No podía caminar. A partir de ese momento (Uruguay) comenzó a ponerse más fuerte y, con todo respeto hacia mis compañeros, no fuimos lo suficientemente valientes. Cómo lloré ese día. Aún ahora cuando lo recuerdo, me sigue molestando", dijo.
Varallo ostenta la orden al mérito de la FIFA, el más alto honor del ente rector del fútbol que también han recibido Pelé, Franz Beckenbauer y Bobby Moore.
"Era muy justo que los hinchas del fútbol sepan que usted honra este deporte, esta pasión", dijo el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, a Varallo el viernes al darle una camiseta albiceleste con la inscripción "Varallo" y el número 100 en la espalda.