Por Luis Ampuero
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El centrocampista argentino Juan Sebastián Verón cumplió el sueño de levantar la Copa Libertadores de América, el codiciado trofeo continental de fútbol del que tantas veces le habló su padre Juan Ramón.
Verón, de 34 años, fue el líder natural y por herencia del cuarto título continental de Estudiantes de la Plata, que el miércoles venció 2-1 en la final de la Libertadores al Cruzeiro de Brasil.
"Vine a la Argentina con el sueño de ganar mi primer título local y la Copa Libertadores con Estudiantes", había dicho la "Brujita" Verón cuando retornó a su país en el 2006 después de más de una década en el fútbol europeo.
Desde su vuelta al fútbol argentino, Verón fue elegido el mejor futbolista sudamericano en el 2008 y se convirtió en uno de los jugadores símbolos de la selección argentina de Diego Maradona, que lucha por alcanzar un lugar en el Mundial 2010 en Sudáfrica.
La herencia futbolística también se convirtió en la idolatría por el apellido Verón en Estudiantes, que con los goles de su padre consiguió en forma consecutiva los títulos continentales de 1968/1969 y 1970.
"Es el título que le faltaba, consiguió el torneo local y no pudo en la final de la Sudamericana (2008 ante Internacional de Brasil), por eso esta Libertadores tiene un sabor especial para él", dijo su padre Ramón Verón en una reciente entrevista con Reuters.
CUENTOS DE COPAS
La "Brujita" muchas veces recordó cuando de niño su padre, en vez de leerle un cuento de piratas, le contaba con lujos de detalles las batallas libradas en las cuatro finales que disputó con Estudiantes en la Copa Libertadores.
Y de aquellas épocas brillantes de su padre, la "Brujita" incorporó esa mística que, además del largo sueño, lo llevó a obtener el duodécimo título de su carrera.
La "Brujita" se inició de la peor manera en Estudiantes en 1994, cuando su equipo descendió a la segunda división.
Después de retornar a la máxima categoría Verón fue transferido en tres millones de dólares a Boca Juniors, donde no consiguió títulos, pero logró prestigio para seguir una dilatada carrera en Sampdoria, Parma y Lazio de Italia.
Sus buenas actuaciones y la cosecha de títulos en esos clubes lo llevaron al fútbol inglés, donde paseó su talento en el Manchester United y el Chelsea, antes de su última incursión europea en el Inter de Italia.
Su arribo en el 2006 a la Argentina fue de la mejor manera y a fines de ese año jugó y ganó con Estudiantes el torneo Clausura en una definición mano a mano con su ex club Boca Juniors.
Su alto nivel le permitió figurar en las carpetas de los clubes que querían tenerlo en sus plantillas.
En Argentina lo codiciaron River Plate, Boca Juniors e Independiente y la puja llegó a clubes de Brasil, Emiratos Arabes y Estados Unidos.
Pero la "Brujita", idolatrada por los hinchas de Estudiantes, se quedó en el club de sus afectos y acarició la gloria, la misma que tantas veces le contó su padre en aquellas noches de insomnio.