RIO DE JANEIRO (Reuters/EP) - Zico, ex capitán de la selección de fútbol de Brasil, renunció el viernes al cargo de director ejecutivo del club Flamengo luego de sólo cuatro meses en el cargo, y afirmó que las rivalidades dentro del equipo más popular del país le habían hecho la vida imposible.
La sorpresiva partida del ídolo máximo del Flamengo pone en relieve la crisis que atraviesa el club, bajo su tercer técnico este año y relegado al decimoquinto puesto de la tabla, tres punto sobre la zona de descenso.
Unos 100 seguidores llevaron a cabo una manifestación afuera de las oficinas en Río del Flamengo con pancartas en apoyo de Zico, quien acusó a miembros rivales dentro del equipo de sabotear su trabajo.
Un hincha fue puesto en custodia por la policía luego de que arrojó una piedra a la entrada del recinto, reportaron los medios.
"No es posible hacer lo que quiero con el Flamengo", dijo Zico, considerado uno de los más grandes futbolistas de Brasil.
"He notado que mi presencia no ha sido favorable y ha causado descontento entre un montón de personas", agregó el ex deportista en un comunicado publicado en su sitio en internet (www.ziconarede.com.br) en la mañana del viernes.
Antes de la práctica del viernes, realizada a puertas cerradas, Zico visitó el espacio de entrenamiento del Flamengo para despedirse de los jugadores y de la presidenta del club, Patricia Amorim.
El abandonó el lugar sin hablar con la prensa, pero Patricia resumió los sentimientos de la escuadra.
"Mi corazón está roto. Nuestro proyecto para el futuro ha sufrido un revés, ahora debemos estabilizar el presente", dijo a los periodistas. "El es grande y fuerte, por eso es que es Zico", agregó.
REGRESO POPULAR
El ex astro sostuvo que no le era posible continuar en el club y agregó que sus detractores han criticado hasta a sus hijos para afectarlo.
"He sido atacado injustamente, principalmente a través de mis hijos, que no han estado involucrados en ningún momento, y esto va en contra de los valores y conceptos que aprendí con mi padre", declaró.
"Hoy nació mi nieto Alberto, pero el Flamengo murió en mi corazón", añadió Zico, que fue el director técnico de Japón en el Mundial de Alemania 2006 y que llevó al Fenerbahce turco a cuartos de final de la Liga de Campeones en el 2008.
El Flamengo ganó el campeonato brasileño el año pasado, pero está en riesgo de caer a la segunda división esta temporada.
Durante el breve retorno de Zico al club, Rogerio Lourenco fue despedido de la dirección técnica del equipo para ser reemplazado por el mediocampista Silas, quien ahora también corre el riesgo de ser exonerado.
Zico es el jugador más popular que ha salido del Flamengo y participó en una generación dorada que ganó tres títulos del campeonato brasileño, la Copa Libertadores y la Copa Mundial de clubes.
El Flamengo afirma tener 25 millones de hinchas en Brasil, pero el club es conocido por sus rencillas políticas internas, además de la enorme presión que ejerce sobre técnicos y jugadores.