Actualizado 29/03/2017 10:49

El gol olímpico cumple 92 años

   BUENOS AIRES, 2 Oct. (Notimérica) -

   De cabeza, de falta, de penalti, de rebote, 'a lo Maradona', de chilena... Desde los inicios del fútbol, que se remonta siglos atrás, se han marcado goles de todas las formas posibles. Pero hubo que esperar hasta 1924 para ver por primera vez un tanto desde el saque de esquina.

   Fue un 2 de octubre durante un partido amistoso entre Argentina y Uruguay --flamante campeón olímpico en los Juegos Olímpicos de París 1924-- cuando el jugador argentino del Club Atlético Huracán Cesáreo Onzari, a los 15 minutos de encuentro, lanzó un córner que acabó 'colándose' en el fondo de la portería.

   En un primer momento fue conocido como "el gol a los olímpicos" y, con el paso del tiempo, pasó a denominarse en toda América y en algunos países de Europa gol olímpico.

   "Me salió porque tenía que salir. Quizá el arquero se había levantado mal ese día o lo hayan molestado, porque nunca más emboqué otro. Lo cierto es que cuando vi la pelota adentro, no podía creerlo", afirmó el ya fallecido Onzari.

   El árbitro uruguayo Ricardo Villarino jamás dudó en convalidarlo, ya que conocía la nueva disposición "aun cuando no nos ha sido comunicada a los referees de la Asociación Uruguaya de Football", aclararía tras el encuentro.

   Fue en junio de ese mismo año cuando la Iternational Football Association Board (IFAB) --asociación encargada de definir las reglas del fútbol a nivel mundial y sus modificacione-- cambió el artículo 11 de las Reglas de Juego, autorizando por primera vez la concreción de un gol directamente de un saque de esquina.

   El escritor uruguayo Eduardo Galeano plasmó su particular mirada de aquel gol y de su continuidad en la historia: "(...) Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos. Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazzali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire. El árbitro no les hizo caso. Y entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de tirar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento. Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree".

EL PRIMERO EN UN MUNDIAL

   No fue hasta el Mundial de Chile de 1962 cuando los aficionados al fútbol pudieron disfrutar por primera y única vez de un gol de estas características en la máxima competición futbolística a nivel mundial.

   El 3 de junio, el jugador de la selección colombiana Marcos Coll pasó a formar parte de la historia de los mundiales de fútbol al anotar, hasta día de hoy, el único gol olímpico en un Mundial.

   Este gol se produjo en el encuentro de la fase de grupo A que enfrentaban a las selecciones de Colombia y la Unión Soviética (URSS). El partido estaba marcado por la gran superioridad de la URSS, gran favorita para ganar el mundial ese año, y porque tenían en sus filas al entonces considerado mejor portero del mundo, Lev Yashin, apodado la 'araña negra'.

   "Para mí fue un regocijo que Dios me hubiera dado ese gol olímpico. Van 50 años y ningún otro jugador lo ha repetido. Sin duda, el gol olímpico me inmortalizó", confesó Coll.