Por Monica Machicao
LA PAZ (Reuters) - La marchista boliviana Claudia Balderrama entrena a más de 5.300 metros de altitud buscando una fortaleza física que le ayude a suplir otras falencias para cumplir su sueño de ganar la primera medalla olímpica para su país.
Balderrama, de ascendencia aymara y nacida en el pueblo minero de Llallagua, Potosí, a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, entrena en las montañas de su país después de un paso por México en el que aprendió todo lo que espera poner en práctica en Londres.
La atleta, quien será la abanderada de la reducida delegación de su país en los Juegos de Londres el 27 de julio, comenzó a practicar marcha hace dos años y pasó 18 meses entrenando en México. En ese país, de arraigada tradición en la marcha, perfeccionó su técnica y esto le permitió conseguir la marca clasificatoria para los Juegos.
"Generalmente trabajamos por día de 20 a 30 kilómetros, dependiendo del día, y aprovechamos la altura para ganar mas glóbulos rojos", dijo a Reuters en una reciente entrevista Duberty Flores, entrenador de Balderrama.
"Estamos aquí a 5.300 metros. Así, cuando bajamos al nivel del mar tenemos más portadores de oxígeno. Así Claudia va a estar en mejores condiciones físicas que otras deportistas", agregó, explicando la elección del centro de esquí Chacaltaya, en las afueras de La Paz, como base de entrenamiento.
Flores, de 24 años, diseñó una preparación especial para Balderrama, con la que la atleta "ganó glóbulos rojos y fuerza en las piernas" escalando el cerro rocoso de Chacaltaya ubicado a 5.395 metros sobre el nivel del mar, lo cual le permitirá tener mayor resistencia y velocidad en la competencia.
LLEGAR A LA CIMA
Balderrama, quien antes de dedicarse al atletismo se graduó como psicóloga, mira un cartel que dice "Bienvenidos a Chacaltaya, 5.300 metros sobre el nivel del mar" y sonríe satisfecha por sus logros en el deporte, mientras sueña con lo que vendrá.
"Estuve más de un año en México con pocos pesos en el bolsillo, pero (con) una mochila llena de ilusiones", señaló la atleta, quien recordó que más de una vez tuvo que pedir implementos prestados para entrenar, como zapatillas de marcha.
Balderrama comenzó a practicar atletismo a los 13 años y en el 2010 comenzó su carrera profesional, en la que una lesión la obligó a dedicarse a la marcha.
Las horas de "trabajo con dolor" son un activo para Balderrama, que sostiene que todo el sacrificio valió la pena y que dedicarse al deporte fue la "mejor decisión" de su vida, más allá de que en su país "se desconoce la importancia de los Juegos".
"La preparación es muy fuerte. Estamos en la parte de la preparación general que consiste en ascender por la montaña para estar con la fuerza necesario a para enfrentar lo que viene", sostuvo Balderrama, de 29 años.
"Me siento muy feliz, contenta. Me levanto todos los días (con ganas) de entrenar muy duro, de hacer las cosas lo mejor posible. Estoy muy feliz. He trabajado muy duro y me lo merezco", señaló sobre su clasificación a Londres.
Balderrama obtuvo la marca B para entrar a la competencia. La marchista ha logrado un tiempo de 1 hora y 35:54 minutos para recorrer los 20 kilómetros, unos 10 minutos más que la campeona mundial de la especialidad, la rusa Vera Sokolova.
Balderrama, quien vive sola en la ciudad de El Alto, contigua a La Paz, recibe 3.500 bolivianos al mes (unos 500 dólares), del estatal Fondo de Inversión para el Deporte y 1.000 dólares del programa internacional Solidaridad Olímpica. Con este dinero financia su preparación y alimentación.
Actualmente se levanta todos los días a las 05.00 horas para cumplir con el entrenamiento, en el que pone todo su esfuerzo para suplir la falta de tiempo en la preparación para los Juegos que se disputarán del 27 de julio al 12 de agosto.