WHISTLER (Reuters/EP) - La insólita aventura olímpica de Rubén González llegará a su final el domingo, cuando el argentino de 47 años complete sus últimos dos recorridos en la competencia del luge masculino en los Juegos de Vancouver.
"Speedy" González estaba tan afectado por la horrible muerte del viernes del competidor georgiano Nodar Kumaritashvili que ha decidido terminar una carrera olímpica que comenzó en 1988.
El argentino dijo a periodistas que se dio cuenta en la ceremonia inaugural de que "esto ya no es más para mí", luego de terminar las dos primeras rondas en el último lugar, a ocho segundos del líder.
Comentó que no sabía cómo celebrar, en un momento en el que habría intentado recordar cada instante decidió ir por un hot dog.
"Ayer me dio una nueva perspectiva. Hay otras cosas que hacer en la vida", agregó el atleta, quien tiene dos hijos.
González, quien vive en Houston y compite en sus cuartos juegos olímpicos luego de comenzar en el deporte a los 21, rindió un emotivo tributo a Kumaritashvili, de quien dijo que lo ayudó a entrenar en un viaje a Letonia hace dos años.
"Yo no hablaba su idioma y él no hablaba el mío", declaró, agregando que era cálido y que siempre lo miró a los ojos y con una sonrisa. "Cuando nos conocimos por primera vez él no sabía quien era yo, pero sabía que necesitaba ayuda y se desvió de su camino para ofrecérmela", agregó.
Su carrera olímpica podrá haber terminado con un recuerdo triste, pero González dijo que aún tenía un objetivo para el domingo.
"Tengo muy bien tomado el último lugar", declaró, agregando que el resto deberá luchar muy duro para intentar arrebatárselo.