Actualizado 06/08/2016 20:41

Largas colas en las instalaciones provocan el enfado de asistentes en Río 2016

Juegos Olimpicos
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   RÍO DE JANEIRO, 6 Ago. (REUTERS/EP) -

   El comienzo de la competición en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ha estado marcado por las esperas de largas horas para entrar en los estadios y el enfado de los aficionados que se perdieron los eventos mientras que algunos atletas compitieron frente a gradas vacías.

   Los organizadores se disculparon por el caos que imperó la mañana después de una deslumbrante ceremonia de apertura, ya que pruebas como el voley playa en el área de Copacabana fueron vistas por pocos espectadores.

   En el exterior de las instalaciones, las colas se extendían a lo largo de varios metros y los aficionados, molestos, esperaban a pasar los controles de seguridad bajo un agobiante sol.

   "Sí tuvimos problemas en algunos (puntos de control) en el Parque Olímpico y pedimos disculpas a todos por hacerlos esperar afuera de las instalaciones (...) en las próximas horas estaremos en mejor forma", dijo el portavoz de los Juegos Mario Andrada, a los medios de comunicación.

   Andrada agregó que esperaba que ningún aficionado se hubiera perdido competiciones para las que habían comprado entradas aunque admitió que algunos debieron esperar unos 90 minutos para poder entrar. Muchos brasileños se mostraban realmente enfadados.

   "No me lo creo. Es absurdo, ridículo. Es una falta de respeto para el aficionado que compró las entradas. Es una vergüenza", afirmó Natalia Carvalho, una residente de Río de 28 años que quería ver al gimnasta brasileño y aspirante a una medalla Arthur Zanetti, sin éxito.

   Los organizadores culparon del caos a una falta de coordinación entre los grupos encargados de la seguridad, incluyendo la policía, personal de los Juegos y firmas privadas de seguridad.

   Solo unos pocos cientos de espectadores entraron al estadio para ver la competición de gimnasia, que cuenta con un total de 13.500 localidades. La sede de boxeo también tuvo muchos asientos vacíos el sábado por la mañana en la que los primeros profesionales hicieron historia olímpica al ingresar al cuadrilátero, al igual que las instalaciones de balonmano y hockey.