Actualizado 03/01/2015 12:07

Los ministros más polémicos del nuevo Gobierno de Dilma Rousseff

Los nuevos ministros de Dilma Rousseff
Foto: UESLEI MARCELINO / REUTERS

    RÍO DE JANEIRO, 3 Ene. (Notimérica) -

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff empezó formalmente su nuevo mandato este jueves con la toma de posesión en Brasilia, donde también juraron su cargo los 39 ministros que la acompañaran en los próximos cuatro años y que, en algunos casos, ya acumulan varias polémicas antes de empezar a gobernar.

   Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) ganó las elecciones por un estrecho margen --51,6% de los votos-- y lo consiguió en buena medida gracias al apoyo que la brindaron multitud de partidos en el segundo turno.

   Muchas de esas formaciones exigieron, como es habitual, su cuota de poder en el nuevo Gobierno, por lo que la elección de los ministros es un delicado equilibrio entre intereses partidarios.

   El Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), principal formación de la base aliada, por ejemplo, ya ha expresado su descontento con el reparto, porque, a pesar de contar con seis ministerios considera que éstos no tienen suficiente peso en el presupuesto.

   "Es muy difícil, muy difícil, no sabes cómo es Brasil de difícil", confesaba hace poco la propia Rousseff a la presidenta argentina, Cristina Kirchner, al hablar de la formación de su gabinete. Entre sus elecciones más personales está también una de las opciones más criticadas, la de la senadora Katia Abreu (PMDB) para el Ministerio de Agricultura.

   Abreu, presidenta de la Confederación Nacional de la Agricultura (CNA), está considerada una clara defensora de los intereses de la influyente industria agropecuaria brasileña y es la 'bestia negra' de los colectivos ecologistas y de indígenas que luchan contra los intereses ruralistas. De hecho, en un acto hace unos años, Greenpeace le entregó una simbólica "motosierra de oro" y fue apodada como 'Miss Deforestación'.

   En sus declaraciones públicas Abreu suele relativizar el problema de la tala indiscriminada de árboles y defiende que la demarcación de las tierras indígenas, pase a ser competencia del Congreso Nacional, lo que en la práctica significaría menos posibilidades de que los indios 'reconquisten' sus legítimas propiedades.

INQUIETUD EN EL MUNDO DEL DEPORTE

   Pero de entre todas las elecciones de Rousseff la más criticada ha sido la del Ministerio de Deportes, que comandará George Hilton (Partido Republicano de Brasil), un político sin ninguna experiencia previa en el mundo del deporte que tendrá la complicada tarea de organizar con éxito los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.

   Según recogió el diario 'Folha de São Paulo' su nombramiento generó inquietud en el Comité Olímpico Internacional (COI), y algunos de sus miembros calificaron de "maniobra arriesgada" sustituir al ministro Aldo Rebeldo --con el que mantenía una fluida comunicación-- por un interlocutor que tendrá que empezar de cero con todo a poco más de año y medio para las Olimpiadas.

   "La Olimpiada no empieza en 2016, empieza en 2015. Ya no hay tiempo para que un sujeto se entere de la historia", decía recientemente en una entrevista al diario 'Valor Económico' el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, aunque más tarde, al ver el revuelo que causó el nombramiento, matizó que respeta profundamente la autoridad de Rousseff para nombrar a sus ministros.

   Los atletas también han expresado su malestar con Hilton; el colectivo 'Atletas pelo Brasil' lamentaba en un comunicado que el Ministerio del Deporte se utilizara una vez más en la "negociación política" y de que se perdiera una oportunidad para mejorar la gestión del deporte en el país. Las críticas generalizadas han provocado que Hilton incluso fuera abucheado durante su toma de posesión en Brasilia.

   Y es que al margen de su dudosa trayectoria deportiva, Hilton fue expulsado en 2007 de su anterior partido, el Partido del Frente Liberal (PFL) después de haber sido 'pillado' en el aeropuerto de Belo Horizonte con maletines repletos de dinero procedentes de donaciones de la poderosa Iglesia Universal del Reino de Dios. De hecho, muchos interpretan la elección de Hilton como un guiño de Rousseff a los sectores evangélicos.

   No todos los nombramientos han estado rodeados de polémica. El nuevo ministro de Cultura, Juca Ferreira, es muy respetado en el sector, y el esperado ministro de Economía, Joaquim Levy, fue saludado por los mercados financieros, que esperan que tenga autonomía suficiente para llevar a cabo sus políticas.

   Sin embargo, parte de la militancia y de la izquierda temen que esas políticas de corte neoliberal conlleven ajustes y recortes de los derechos de los trabajadores.

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