Por Angus MacSwan
7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -
- Puede que el último Mundial sea un recuerdo amargo para el ghanés Kwadwo Asamoah, pero esta vez es más fuerte, más sabio y podría ser el futbolista clave si las "Estrellas Negras" quieren superar sus ambiciones frustradas.
Asamoah jugó los cuartos de final ante Uruguay en Johannesburgo en 2010, cuando un remate que Luis Suárez detuvo con la mano en la línea de gol, un penal errado por su compañero Asamoah Gyan y una derrota en la definición por penales le negaron a Ghana el honor de ser el primer equipo africano en llegar a semifinales.
Desde entonces, el versátil mediocampista fue transferido a la Juventus y ha estado en muy buena forma esta temporada en la que el club italiano sumó su tercer título consecutivo en la Serie A, que logró el lunes cuando restan aún dos partidos por disputar en la temporada.
Kojo, como se conoce al jugador, también jugó un papel protagónico en la clasificación de Ghana a este Mundial. Pero necesitará estar en su mejor forma en el torneo ya que su equipo integra el complicado Grupo G en el que enfrentará a Alemania, Portugal y Estados Unidos.
Asamoah debutó como internacional a los 17 años en el 2006 y ya es un veterano a los 25. Ha marcado cuatro tantos en 59 partidos con las "Estrellas Negras" y fue coronado como el Jugador del Año de Ghana en 2012 y 2013.
Asamoah llamó por primera vez la atención cuando jugaba para el club Kaaseman de Accra a los 17 años y luego se unió al Liberty Professionals antes de ser transferido al Bellinzona suizo dos años después.
Luego se trasladó al Udinese de Italia y en el 2012 firmó para Juventus. Su carrera ha prosperado desde entonces, ya que ayudó a la Juve a ganar la liga italiana en 2012-13 y 2013-2014 la copa en 2012 y 2013.
El entrenador Antonio Conte lo describió recientemente como "irreemplazable" y acaba de firmar un nuevo contrato por cuatro años con el club italiano.
En la Juventus ocupa un puesto más retrasado como lateral izquierdo aunque se suma al ataque para marcar goles: una impresionante corrida contra Fiorentina en marzo fue un buen ejemplo.
Con Ghana juega en un papel más de central, uniendo el mediocampo y el ataque, y ha crecido hasta convertirse en el cerebro del equipo. Es consciente de que si la selección quiere desterrar el recuerdo del 2010, mucho dependerá de él.
"Soy uno de los jugadores clave en mi país y voy a dar todo para asegurarme de que pasemos la fase de grupos", dijo a la BBC. "Vamos a cantar en el autobús del equipo para crear la unión que se necesita para sobresalir en este nivel".