Por Peter Rutherford
7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -
- Corea del Sur jugará su octavo Mundial consecutivo en Brasil, pero debe recomponer su dañada imagen tras una floja campaña en la eliminatoria si pretende tener alguna posibilidad de superar una complicada fase de grupos.
A diferencia de su tradicional rival Japón, Corea atravesó el certamen clasificatorio con bastante sufrimiento y lo concluyó con la salida del entrenador Choi Kang-hee, en medio de temores de que el equipo se encaminara hacia una actuación vergonzosa en Brasil.
Una derrota 1-0 en casa contra Irán en el último partido de la eliminatoria significó que Corea del Sur necesitara de la diferencia de goles para lograr el último cupo de clasificación automático al Mundial. Choi posteriormente renunció y el ex capitán de la selección Hong Myung-bo asumió en su lugar.
Con la tarea de recomponer una frágil defensa y mejorar un ataque unidimensional, Hong retocó nombres y formaciones y ganó solo uno de sus primeros siete encuentros.
Sin embargo, una estoica actuación en una derrota 2-0 ante Brasil en octubre precedió a un triunfo 3-1 sobre Mali y una victoria 2-1 contra Suiza.
Aunque el resultado ante Suiza -equipo invicto en la eliminatoria europea- fue muy importante, la manera en que Corea del Sur controló la posesión del balón y doblegó a su adversario a voluntad insinuó que Hong podía haber encontrado la fórmula correcta.
Tras una desafortunada caída 2-1 frente a Rusia -rival en el Grupo H del Mundial- en un amistoso jugado cuatro días después, los surcoreanos padecieron dos derrotas contra México y Estados Unidos, en partidos en los que Hong probó a varios jugadores.
Su selección pareció volver a repuntar con un triunfo 2-0 sobre Grecia en Atenas, donde el técnico puso en cancha una alineación que se supone es la que considera ideal.
GRUPO DIFICIL
Corea probablemente tendrá que vencer a Argelia y lograr un resultado positivo contra Rusia si quiere tener posibilidades de superar la primera ronda en Brasil, ya que su otro rival del grupo, Bélgica, parece estar más alejado de su nivel.
Será la tercera vez que Corea del Sur enfrente a Bélgica en una Copa del Mundo, luego de perder 2-0 en 1990 y empatar 1-1 en 1998. En tanto, los duelos ante Rusia y Argelia serán los primeros en Mundiales.
Aunque un regreso a semifinales -hito logrado cuando Corea fue anfitriona del Mundial junto a Japón en 2002- estaría lejos de su alcance, el equipo parece tener una decente probabilidad de llegar a octavos de final.
Corea tiene un buen historial frente a equipos africanos, ya que venció a Togo en el 2006 y empató con Nigeria cuatro años antes. El encuentro con Rusia sería clave para ambos.
Mucho dependerá de cómo el joven combinado surcoreano pueda manejar la presión de un Mundial. La mayoría de los futbolistas del plantel no superan los 25 años y jugarán un torneo de esta envergadura por primera vez.
(Traducido por Damián Pérez, editado por Patricia Avila)