Actualizado 07/05/2014 15:35

MUNDIAL-DT de Portugal Bento necesita borrar recuerdos infelices


7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -

- El entrenador de la selección de fútbol de Portugal, Paulo Bento, tendrá la posibilidad de borrar algunos recuerdos mundialistas infelices cuando llegue con su equipo a Brasil.

Bento jugó el Mundial 2002, cuando Portugal quedó eliminada en la fase de grupos tras una campaña desastrosa, y la derrota 1-0 ante Corea del Sur fue el último de sus 35 encuentros con el representativo nacional.

Doce años después, Bento vuelve a un Mundial tras lograr que Portugal llegue a buen puerto luego de atravesar aguas turbulentas.

El ex entrenador del Sporting de Lisboa se sentó en el banquillo de Portugal en septiembre del 2010 con el objetivo de levantar un equipo desarmado que había tenido un pésimo inicio en la eliminatoria. Bento llegó a la selección luego de que José Mourinho rechazara la oferta de la federación local.

El técnico impuso orden con rapidez, ganando sus primeros cinco partidos en el cargo, y controló el vestuario pese a sus enfrentamientos públicos con jugadores como Ricardo Carvalho y Jose Bosingwa, quienes finalmente abandonaron la selección.

Portugal tuvo una muy buena actuación en la Eurocopa 2012, donde llegó a las semifinales y perdió por penales ante España, que luego se coronó campeona.

Bento logró dejar atrás la reputación que tenía en el Sporting de ser un entrenador ultradefensivo y sus equipos tienden a ser pragmáticos y ordenados tácticamente, algo que podría esperarse debido a su pasado como mediocampista de contención.

En la Euro 2012, Bento respondió a la falta de un mediocampista de creación clásico poniendo en el centro de la cancha a Raúl Meireles, Joao Moutinho y Miguel Veloso.

El trío logró explotar el talento de Cristiano Ronaldo y Nani en los extremos, haciendo que Portugal se convirtiera en uno de los equipos más entretenidos de ver en el torneo.

Bento tiene fama de ser un gran partidario de la disciplina, pese a que su carrera como jugador se vio sacudida por una suspensión de seis meses a nivel internacional por su comportamiento agresivo contra el árbitro que dirigió la derrota de Portugal en las semifinales de la Euro 2000.

Pero lamentablemente, Bento desarrolló un hábito muy común entre los entrenadores portugueses de decir lo obvio de manera extensa.

Invariablemente describe el ánimo de su equipo como "tranquilo" y siempre se esfuerza en señalar que su equipo es lo más importante y que ningún rival es sencillo.

"Mi filosofía no escapa a la regla de intentar jugar bien y ganar. Quien juega mejor se queda más cerca de ganar", dijo Bento en una reciente entrevista con el sitio web de la FIFA (www.fifa.com).

"Contemplamos y pretendemos llegar lo más lejos posible. Lo que nos toca es llegar a los octavos de final y, a partir de ahí, eliminar a cada adversario con el que nos vayamos cruzando", agregó.