Por Simon Evans
PRETORIA (Reuters/EP) - Su imagen adorna los carteles de promoción de esta Copa del Mundo y ha simbolizado la calidad emergente del fútbol africano, pero un triste Samuel Eto'o y su selección de Camerún se volverán a casa tempranamente.
Uno de los equipos más experimentados de Africa, que juega su sexta Copa del Mundo, se fue del torneo tras una derrota 2-1 ante Dinamarca, su segunda del torneo, un resultado que es un duro recordatorio de que el continente anfitrión todavía tiene mucho terreno que recorrer en el fútbol mundial.
Su tercer y último partido contra Holanda ahora será un juego sin sentido.
Camerún jugó por momentos un fútbol atractivo, pero careció de profundidad en el área, mientras que Dinamarca sin duda le sacó el máximo provecho a sus posibilidades.
Luego de que Eto'o abrió la cuenta, Dinamarca dio vuelta el partido, pero el delantero del Inter de Milán pudo empatar el marcador con un remate que se estrelló en el poste.
Al final, Eto'o se vio intentando casi solo casi romper la sólida defensa danesa.
Si algo le faltó el sábado a Camerún fue la capacidad que tienen los grandes equipos de tomar el control del partido y bajarle el ritmo manteniendo la posesión del balón.
Los talentosos jugadores de Camerún mostraron mucho ímpetu y quisieron ir al ataque en cada oportunidad, pero hay momentos en el fútbol que se requiere tener paciencia y un enfoque eficaz.
Sin embargo, Camerún tuvo 23 tiros al arco, pero sólo anotó una vez.
Por su parte, Dinamarca tendrá que salir a jugar su clasificación a octavos de final ante Japón, y por la organización y la profundidad que mostró ante los africanos, debería derrotar al conjunto nipón.
Dinamarca no tiene un jugador con la calidad individual de Eto'o, pero es un recordatorio del valor que tiene el trabajo en equipo y los movimiento coordinados.
En Dennis Rommedahl, que creó el empate de Nicklas Bendtner y luego inició la jugada para el tanto del triunfo a los 61 minutos, tiene un extremo de esos a la antigua, pero que se adapta al fútbol moderno.
Rommedahl demostró que es capaz de pegarse a la línea de banda y dejar atrás a su marcador con un cambio de ritmo, pero también está dispuesto a sacrificarse en labores defensivas y realizar diagonales.
En resumen, Camerún no podrá repetir los cuartos de final de hace 20 años en Italia 1990 y el fútbol africano continúa dejando serias dudas de su evolución.
Si Africa hubiese querido empezar a dejar su marca en el Mundial, Ghana debería haber sido más astuto ante Australia, Nigeria debería haber vencido sin problemas a Grecia y Camerún haber sellado el partido ante los daneses cuando estuvo en ventaja.
Eso no sucedió y ahora parece muy probable que la primera Copa del Mundo en territorio africano sea recordada por la amabilidad de su gente y las vuvuzelas más que por el desarrollo futbolístico de sus equipos.