Por Brian Homewood
JOHANNESBURGO (Reuters/EP) - La selección brasileña de fútbol usualmente se lleva todos los elogios por la depurada técnica de sus jugadores, pero el pentacampeón del mundo también aparece entre los líderes en lo que se refiere a la preparación de sus estrellas.
Mientras varios equipos europeos han mostrado pocas respuestas en el Mundial, Brasil, que ha desarrollado un meticuloso programa de entrenamiento desde que el plantel se reunió en el país a fines de mayo, parece mantener a su combinado fresco y en condiciones de dar lo mejor.
De hecho, el entrenador Dunga dice que su mayor trabajo es hacer que los jugadores se tomen las cosas con calma.
"A estos muchachos les encanta entrenar y estar en contacto con el balón", dijo Dunga en la noche del lunes después de que su equipo vapuleara 3-0 a Chile para clasificar a los cuartos de final de la Copa del Mundo.
"Pero tenemos que tratar de frenar un poco su entusiasmo. En este punto de la competencia, nuestro principal trabajo es asegurarnos de que se relajen y se recuperen para el próximo partido. Estamos haciendo entrenamientos más livianos para que los jugadores guarden la energía para los partidos", agregó.
Dunga destacó la meticulosa preparación del plantel.
"Esta campaña fue muy bien planeada. Se pensó y analizó mucho cada aspecto, incluyendo los temas físicos y médicos", destacó el entrenador.
Brasil ha marcado la pauta en lo que a preparación se refiere desde hace muchos años.
En 1958, la selección sudamericana rompió con las prácticas normales al llevar médicos, un dentista y un psicólogo deportivo a la Copa del Mundo en Suecia, donde ganó el primero de sus cinco títulos mundiales.
En el Mundial de México 1970, Brasil parecía inmune a la altitud y a las temperaturas de los partidos al mediodía gracias a su preparación.
En tanto, hace ocho años en Corea del Sur y Japón presentó un plantel fresco mientras que otros equipos -especialmente Argentina y Francia-, parecieron excederse en la exigencia física de la preparación y se mostraron exhaustos.
Dunga dijo que uno de los mayores desafíos que afrontó fue hacer que el atacante Luis Fabiano y el mediocampista de creación Kaká estuvieran bien físicamente después de una temporada llena de lesiones en España.
"Ellos no estaban sobreexigidos pero tampoco tenían ritmo. Tuvimos que preparar un programa a medida para ellos", señaló.
"Kaká no había jugado 90 minutos completos en los últimos cinco meses, por lo que tuvimos que prepararlo para que lo hiciera. Pero no teníamos demasiado tiempo, por lo que se hizo complicado", concluyó.