Por Tim Hanlon
BARCELONA, 21 ago, 21 Ago. (Reuters/EP) -
- El Real Madrid y el Barcelona han gastado una vez más grandes sumas de dinero para recuperar el primer puesto en la liga española de fútbol, pero tendrán que luchar de nuevo contra el actual campeón Atlético de Madrid, que cuenta con un equipo construido con un presupuesto mucho menor.
El equipo rojiblanco fue el primero en derrotar a los dos grandes y alzarse con la liga desde que el Valencia lo hiciera en 2004, otorgando un soplo de aire fresco a una competición que se había vuelto un combate de dos.
El entrenador Diego Simeone ha encontrado el éxito armando un plantel muy comprometido y que confía en que con trabajo duro es posible llegar a lo más alto.
Como era de esperar, con un Atlético campeón de liga y finalista de la Liga de Campeones el año pasado, algunos de sus mejores jugadores -como Diego Costa, ahora en el Chelsea inglés-, han puesto rumbo a otros países de la mano de clubes más poderosos.
Pero los "colchoneros" también se han reforzado de cara a la nueva temporada, encontrando al sustituto de Costa en Mario Mandzukic, que firmó procedente del Bayern Munich.
La última vez que el Atlético ganó La Liga, en la temporada 1995-96, no supo mantener el tono en los años posteriores, llegando a descender a Segunda División cuatro años después.
La clave del equipo es mantenerse de nuevo como un bloque compacto sobre un sistema defensivo sólido.
RELAJADOS Y CONFIADOS
La defensa rojiblanca sólo ha encajado un gol durante la pretemporada y otro en la ida de la Supercopa de España, en la que su trabajo en defensa le permitió sacar un empate 1-1 que le da cierta ventaja de cara a la vuelta del viernes en el estadio Vicente Calderón.
"Es una temporada muy ilusionante en la que habrá muchas expectativas puestas en nosotros", dijo Gabi Fernández, capitán del Atlético, al diario deportivo AS.
"Es difícil decir si es mejor o peor. Se han ido jugadores importantes para el equipo, que lo dieron todo, pero también han llegado futbolistas importantes a nivel nacional y europeo, que llegan de grandes equipos".
Gabi se mostró confiado en que el plantel podrá repetir lo hecho la semana pasada. "La base del Atlético es sólida, tenemos una idea de jugar muy segura en cuanto al juego que realizamos y las cosas que hacemos. El equipo está tranquilo, con mucha confianza y habrá que ver si empeoramos o mejoramos lo que conseguimos el año pasado".
Gabi dijo que no le preocupa que unos pocos confiaran en el Atlético temporada pasada, pero admite que su equipo tuvo que esforzarse más que sus rivales más poderosos.
"Personalmente no me molestan las cosas que vienen de fuera. Es verdad que te gustan que valoren tu trabajo", destacó.
"No somos ni mejores ni peores pero nos cuesta más que a Real Madrid y Barcelona ganar títulos. Es más difícil reconocer nuestro buen trabajo porque hasta que no se ve un Atlético campeón nadie lo da por hecho. Todo el mundo da por hecho que vamos a bajar los brazos o caer. Pero hemos demostrado que somos un equipo capaz de todo".
Mientras el Atlético perdía jugadores clave, Real Madrid y Barcelona han vuelto a reforzarse con lo mejor del mercado.
El año pasado, los fichajes de la temporada fueron Gareth Bale y Neymar para Madrid y Barça, respectivamente. Esta temporada, James Rodríguez y Luis Suárez han recalado en la capital y en Barcelona, ambos por cantidades cercanas a los 80 millones de euros.
UN BARÇA RENOVADO
El Real Madrid ha hecho algunos ajustes en la plantilla que ganó la Liga de Campeones al Atlético, firmando la llegada del centrocampista alemán Toni Kross y el guardameta Keylor Navas, figuras en el último Mundial de Brasil.
Por su parte, el Barcelona cuenta con más cambios en su plantel. Después de finalizar la primera temporada en seis años sin ganar un trofeo de envergadura, los blaugrana contarán con los servicios de Luis Enrique como entrenador, junto a varios jugadores nuevos en todo el campo.
Mientras la llegada de Suárez ha captado la atención de la afición, la firma de los defensas Jeremy Mathieu y Thoman Vermaelen puede marcar la diferencia de cara a las aspiraciones del conjunto catalán.
Son los primeros centrales que contrata el equipo barcelonés desde la llegada de Dmytro Chygrynskiy en 2009 para la zaga, el punto débil del Barça durante las últimas temporadas.