Actualizado 24/02/2014 07:17

Rusia encabeza el medallero de Sochi que cierra con escándalos de dopaje

  

    SOCHI (Rusia)  23 (Reuters/EP)

    Los Juegos Olímpicos de Invierno terminaron el domingo con el anfitrión Rusia en lo más alto del medallero y Canadá ganando la final del hockey hielo masculino, pero las noticias de que otros dos atletas dieron positivo a la presencia de sustancias prohibidas restaron brillo a la ceremonia.

   Canadá se quedó con el último y más codiciado título de los Juegos al vencer a Suecia 3-0 para mantener su corona del hockey sobre hielo masculino, pero otras dos victorias de Rusia le dieron una ventaja insuperable con 13 oros frente a los 11 de Noruega.

   Los problemas de Suecia se agravaron por la noticia de que el atacante Nicklas Backstrom había fallado una prueba contra el dopaje. El se perdió el partido por la medalla de oro, obligando a su equipo a rearmar rápidamente su alineación poco antes de salir al hielo.

   En Centro de Deportes de Deslizamiento Sanki, Alexander Zubkov sumó la corona del bobsled de cuatro hombres a la medalla que ya había ganado en la modalidad de dos competidores, mientras que en la pista de esquí a campo traviesa, Alexander Legkov se quedó con la carrera de 50 kilómetros, dándole dos preseas doradas más a Rusia.

   Esas victorias garantizaron que el anfitrión liderara el medallero de los Juegos, emulando a los canadienses que encabezaron la lista en su país cuatro años antes.

   "La gente sigue preguntándome si yo creía que Rusia podría hacerlo tan bien como lo hizo Canadá en Vancouver (...) y yo no lo creía", dijo Legkov, de 30 años, en una conferencia de prensa.

   "Ahora este es nuestro orgullo, es maravilloso. ¿Qué podría ser mejor que terminar las Olimpiadas con una medalla de oro y ayudar a Rusia a liderar la tabla?", agregó.

   Subrayando la sensación de orgullo nacional, un repleto Estado Fisht estalló en vítores cuando el equipo Ruso marchó frente a las tribunas durante el desfile de deportistas en la ceremonia de clausura.

   Los organizadores estarán encantados porque los logros atléticos han ido de la mano con unos Juegos en general bien realizados, hasta el momento libres de la violencia de milicianos islamistas que se oponen al presidente Vladimir Putin y a su proyecto favorito.

   Las voces de disidencia por los antecedentes de Rusia en lo relativo a Derechos Humanos, especialmente respecto a leyes que sus críticos afirman que discriminan a los homosexuales, ocasionalmente interrumpieron la fiesta, pero la atención se concentró mayormente en los deportes.

"RUSIA DEMOSTRO QUE SUS CRITICOS ESTABAN EQUIVOCADOS"

   El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, dijo que los rusos habían demostrado que sus críticos estaban equivocados.

   "Esta noche podemos decir: Rusia cumplió con todo lo que había prometido", dijo Bach a 40.000 personas en la ceremonia de clausura y a muchos millones más que observaban por televisión.

   "Lo que tomó décadas en otras parte del mundo, se logró aquí en Sochi en apenas siete años", agregó.

   Al referirse a los voluntarios del Ejército que ayudaron a guiar a los atletas, periodistas y visitantes a sus lugares de destino, agregó:

   "A través de ustedes, cualquiera con una mente abierta pudo ver la cara de una nueva Rusia: eficiente y amistosa, patriótica y abierta al mundo. Nosotros llegamos con un enorme respeto por la rica y variada historia de Rusia. Nos vamos como amigos del pueblo ruso".

   Bach luego declaró formalmente terminados los Juegos de Sochi.

   Más de 2.800 atletas de 88 países -ambas cifras récord- participaron en los Juegos, que contaron con 12 eventos nuevos para atraer a aficionados más jóvenes y a más cadenas de televisión que nunca antes.

   Los Juegos, sin embargo, presentaron seis casos de dopaje, cinco más que los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010.

   En la mañana del domingo, el esquiador austriaco de campo traviesa Johannes Duerr, quien terminó octavo en el esquiatlón, dio positivo al potenciador del rendimiento EPO y fue excluido de los Juegos, según el Comité Olímpico Austriaco.

   "No queda nada más que yo pueda hacer salvo disculparme con todos. Con mi familia, mi esposa", dijo Duerr a la cadena de televisión austriaca ORF en el aeropuerto mientras dejaba el país.

   Bach dijo que la cantidad de casos demostraba que el sistema de pruebas a los atletas está funcionando.

   "La cantidad de casos para mí no es realmente relevante. Lo que es importante es que nosotros vemos que el sistema funciona", dijo, hablando ante periodistas antes de la ceremonia de clausura.

   El espectáculo se realizó en el Estadio Fisht, uno de varios recintos construidos en Sochi que ayudaron a elevar la cuenta de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de Rusia a un estimado de 51.000 millones de dólares, un récord para cualquier Olimpiada.

   Sólo el tiempo dirá si el proyecto, al que Putin ha apostado su prestigio, mereció el esfuerzo, mientras Rusia enfrenta el enorme desafío de convertir a Sochi y las zonas que la rodean en un centro deportivo que funcione todo el año.

   Bach dijo que Sochi se sometió a una "asombrosa transformación" desde algo que se veía como "una ciudad sanatorio de estilo estalinista" a mediados de la década de 1990 a una ciudad que albergó unos Juegos Olímpicos con recintos de última tecnología.

   "Era terrible entonces. Verla 20 años después de esta transformación es asombroso", sostuvo.