Por John Mehaffey
LONDRES (Reuters/EP) - La tenista serbia Ana Ivanovic puso fin el lunes a su campaña en Wimbledon al abandonar su partido de octavos de final ante la campeona defensora Venus Williams dolorida y con lágrimas en los ojos.
La ex campeona del Abierto de Francia, preclasificada número 13 en Wimbledon, solicitó atención médica al inicio del segundo parcial tras haber padecido un duro 6-1 en contra en el primero.
Mientras la mayor de las hermanas Williams, tercera favorita, permanecía sentada impaciblemente en su silla, Ivanovic recibía en el césped de la cancha tratamiento en su pierna izquierda.
Su muslo fue vendado y, luego de 10 minutos de receso y tres olas realizadas por los espectadores de la Cancha 1 del All England Club, el partido se reanudó.
Ivanovic ganó el game con el servicio en su poder, pero estaba sufriendo mucho dolor y comunicó al juez del encuentro que no podía continuar jugando.
"Sentía un dolor punzante en la parte interior del muslo y no podía seguir", dijo la serbia durante una conferencia de prensa tras el partido.
"En los últimos días estuve sintiendo los músculos tensionados, pero eso es algo normal cuando una juega mucho sobre césped", agregó.
La ex número uno del mundo indicó además que consultaría a un médico para saber exactamente qué tipo de lesión tiene.
La decisión de Ivanovic de abandonar anticipó lo que habría sido inevitable frente a una agresiva e implacable Williams, quien ahora jugará ante la polaca Agnieszka Radwanska, undécima cabeza de serie, por un lugar en las semifinales.
Venus, quien busca convertirse en la tercera mujer -después de Martina Navratilova y Steffi Graf- en la era de los abiertos en ganar tres títulos consecutivos en Wimbledon, tuvo un comienzo lento y no pudo ante el saque de Ivanovic.
De todos modos, Williams se recuperó y doblegó a su oponente con una larga serie de poderosos golpes desde la línea de fondo.
"Ella (Ivanovic) no tuvo demasiadas oportunidades en el primer set, y eso no fue porque estuviera jugando mal. Creo que yo estaba al máximo con la pelota", señaló Venus.
Williams, quien jugó con una pierna vendada arriba y abajo de la rodilla, remarcó que hizo todo lo posible para mantenerse en movimiento.
"Esto es Wimbledon, no importa cuánto dolor sienta. Voy a seguir jugando", sostuvo la campeona.