Por Rex Gowar
LONDRES, 5 Jul. (Reuters/EP) -
- El gran partido que jugó el viernes el tenista Juan Martín del Potro en su derrota ante el serbio Novak Djokovic por las semifinales de Wimbledon demostró que el argentino está en condiciones de desafiar a los dominadores del circuito.
El número uno del mundo Djokovic se impuso al sudamericano por 7-5, 4-6, 7-6 (7-2), 6-7 (6-8) y 6-3 en cuatro horas y 43 minutos de juego, la semifinal más larga de la historia de Wimbledon.
Del Potro parecía encaminado a ser uno de los dominadores del circuito cuando, a los 20 años, venció a Roger Federer en la final del Abierto de Estados Unidos 2009.
Pero una operación de muñeca y una mala temporada 2010 hicieron que su ascenso se detuviera y no había vuelto a jugar una semifinal de un torneo del Grand Slam hasta el viernes.
"Ahora voy a la gira para el Abierto de Estados Unidos muy motivado, sabiendo que estoy de nuevo por el buen camino", dijo en rueda de prensa Del Potro, número ocho del mundo.
"Este ha sido mi mejor Wimbledon, mis mejores partidos del año", agregó el argentino, que en los últimos años ha luchado con una serie de problemas físicos.
"De cómo llegaba al torneo a cómo me voy, es una gran diferencia. Es importante saber que otra vez puedo ser peligroso y darle pelea a los mejores del mundo", agregó.
El año pasado, Del Potro venció a Djokovic en el césped del All England Club para quedarse con la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres.
"Fue una gran batalla. Aguantar al numero uno por casi cinco horas, con puntos larguísimos. Perder así es duro. Hay partidos que merecen ganarlos los dos, pero si le tocó a él es porque lo mereció", destacó.
Del Potro contó con el respaldo de la mayor parte del público en su batalla con Djokovic.
"El respeto y aliento de la gente, lo que viví adentro de la cancha, fue espectacular, más allá del resultado. Por ahí, tiene más valor eso que haber ganado el partido", remarcó.