Actualizado 01/08/2009 19:01

TESTIGO-NATACION-Probándose el "condón corporal" en el Mundial

Por Ian Simpson

ROMA (Reuters/EP) - Para entender la historia de los polémicos trajes de baño que son la estrella de los campeonatos mundiales de natación de Roma, hay que probarse uno.

Sin embargo, tal vez usted pueda aprovechar el tiempo para hacer otra cosa, porque meterse en esa segunda piel sintética para nadar en la pileta de la capital italiana fue un arduo trabajo para este corresponsal de Reuters.

No es por nada que "ellos" -los nadadores- llaman "condón corporal" a los modernos trajes de baño recubiertos completamente en poliuretano.

Los trajes, que parecen un envoltorio para sandwiches color negro, ayudaron a los nadadores a batir tantos récords, que la Federación Internacional de Natación (FINA) -órgano rector del deporte- dijo esta semana que los prohibirá a partir de enero del 2010.

Llegado el penúltimo día -sábado- de los campeonatos mundiales de Roma, se batieron un total de 35 plusmarcas, de las cuales la mayoría fueron logradas utilizando la nueva indumentaria.

Uno no puede conseguir un récord mundial sin talento, pero lo que se necesita, además de usar uno de estos trajes especiales, es tener paciencia para ponérselo.

Eso quedó evidenciado durante la preparación para una carrera de 50 metros estilo libre entre periodistas vestidos con un uniforme completo de Jaked, una de las marcas favoritas del evento.

También mostró el gran problema que pueden enfrentar los deportistas si llegan a tener un problema con el traje antes de una carrera.

Primero, para poder entrar en el traje, uno debe colocarse una bolsa plástica en los pies para hacer ingresar la pierna en sin dañar la vestimenta.

Luego, toma cinco minutos en acomodar la pierna, y lo mismo con la otra. La transpiración empieza a caer, por lo que también se necesita una toalla para secarse.

CUERPO ESBELTO

Jaked, una compañía italiana, recomienda adoptar una postura erguida y cruzada de piernas para ayudar a que funcione el tejido sobre las caderas, en su adaptación al cuerpo.

Una vez dentro, el traje -descrito por sus fabricantes como más holgado que el de los nadadores profesionales- se adaptó por sí solo. La tela se apretó en todos los sectores y las sobras fueron aplanadas, generando un cuerpo esbelto.

Desafortunadamente, la excesiva fuerza de estiramiento comprimida abrió una grieta en el traje justo antes de la carrera.

Los críticos no se ponen de acuerdo en cuanto al aire que queda atrapado dentro y respecto a la ayuda que brinda eso en la flotabilidad.

Llegó el momento de escuchar la chicharra que indica el inicio de la carrera, y la diferencia con las "viejas" costumbres se vio claramente.

El salto inicial fue más fluido y extenso, mientras que el paso a la técnica de nado tomó dos o tres segundos más de lo usual. El agua se deslizó a través del estilizado cuerpo.

El tiempo final fue de 28,7 segundos, cerca de tres segundos más rápido de mi marca estimada antes de competir en el evento.

Fue impresionantemente más veloz que cualquier pronóstico y por eso produjo la misma sorpresa que a los nadadores profesionales en los mundiales de la capital italiana.

Escapar del traje me tomó otros 15 minutos, la mayoría de ellos luchando para sacar el traje a través de las piernas húmedas y de los talones.

El resultado de ese proceso fueron nudillos lastimados y manos doloridas.