Por Manuela Badawy
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Las acciones, monedas y bonos de América Latina se debilitaron el lunes luego de que los inversionistas sacaran su dinero de los mercados de mayor riesgo, asustados por una liquidación en las acciones mundiales.
Las pobres ganancias de Lowe, el segundo mayor minorista de artículos para la construcción, sugirieron una débil recuperación en el gasto del consumidor, el eje central de la economía estadounidense.
El viernes, la publicación de una sorpresiva caída en la confianza del consumidor en Estados Unidos en agosto alimentó las preocupaciones sobre la fortaleza de la recuperación, aumentando la aversión al riesgo en los mercados mundiales.
Sumándose a la búsqueda de seguridad, las bolsas regionales cayeron el lunes en línea con las acciones en Asia, Estados Unidos y Europa luego de que datos de Japón mostraran que a pesar de que el país salió de la recesión en el segundo trimestre, las exportaciones podrían disminuir a medida que el efecto de los estímulos se desvanezca.
El índice MSCI para las acciones de América Latina cayó casi un 4 por ciento, luego que la semana pasada tocara su nivel más alto en cerca de 11 meses.
"La percepción es que el mercado subió demasiado en lo referente a los fundamentos", dijo Adriano Moreno, estratega de Futura Investimentos en Brasil.
"Esto se esperaba. Hemos estado esperando que todo el mundo entre en una ronda de toma de ganancias", agregó.
Tras la baja de los precios de las materias primas, muchas bolsas regionales, con alta dependencia en las acciones relacionadas con materias primas, cayeron también.
El Bovespa brasileño cayó un 2,76 por ciento, mientras que el índice IPC de México retrocedió un 2 por ciento, en tanto que el MerVal de Argentina bajó un 1,89 por ciento. El índice IGRA de las acciones peruanas cayó 1,79 por ciento.
El IPSA la bolsa de Santiago de Chile cerró con una baja de 1,2 por ciento.
El precio del petróleo estadounidense retrocedió un 1,1 por ciento a 66,75 dólares el barril y el oro cayó un 1,4 por ciento a 935,80 dólares la onza, luego que los temores sobre el gasto del consumidor alimentaran las dudas sobre la salud de la demanda en los mercados de materias primas.
Las monedas latinoamericanas cayeron frente al dólar, considerado un refugio seguro en momentos económicos difíciles.
El real brasileño se depreció un 0,7 por ciento a 1,8690 reales por dólar, mientras que el peso mexicano perdía 15,0 centavos a 12,9950 pesos por dólar, su mayor baja en un día desde el 7 de julio.
El peso chileno cayó un 1,02 por ciento a 558 pesos por dólar, mientras que el sol peruano perdió un 0,2 por ciento a 2,954 soles por dólar.
Los diferenciales de rendimiento, la prima que demandan los inversionistas para comprar activos de mayor riesgo frente a los bonos estadounidenses, se ampliaron 10 puntos base a 383 puntos base, según el índice EMBI+ de JP Morgan.
El bono global brasileño 2040, considerado el papel de referencia de los mercados emergentes, subió 0,250 a 130,94 en su precio, con un rendimiento de 4,967 por ciento.