* Junta decidió de forma unánime no mover la tasa clave
* Política monetaria enfrentará un entorno difícil 2015
* Hay preocupaciones de estabilidad financiera por peso
* Entidad revisará proyecciones económicas próxima semana
(Agrega comentarios de jefe banco central)
Por Luis Rojas y Michael O'Boyle
MÉXICO DF, 12 feb, 13 Feb. (Reuters/EP) -
- El banco central de México confía en que este año alcanzará su objetivo de inflación del 3.0 por ciento, aunque le preocupa que las pérdidas que ha sufrido el peso tengan repercusiones en la estabilidad financiera y en los precios.
Los cinco integrantes de la junta acordaron de forma unánime dejar la tasa de interés interbancaria a un día en un mínimo de 3.0 por ciento en su decisión del 29 de enero, reveló la minuta del encuentro difundida el jueves.
La política monetaria enfrentará un entorno difícil en 2015, según el documento, y la junta recalcó la necesidad de reforzar los fundamentos económicos ante la caída de los precios internacionales del crudo y el eventual aumento en las tasas de interés en Estados Unidos.
"La mayoría de los miembros de la Junta expresó preocupaciones sobre las implicaciones de estabilidad financiera que podría tener la depreciación del tipo de cambio", indicó el texto.
El peso mexicano ingresó a finales de noviembre en un periodo de depreciación, que lo llevó a perder en todo 2014 un 13 por ciento, su peor caída desde 2008.
El declive ocurre a la par de una intensa volatilidad de los mercados globales, derivada del descenso en los precios del petróleo.
Dos miembros de la junta dijeron que no podía descartarse la posibilidad de un ajuste de portafolio de los inversionistas, que a la vez pudiera replicarse en el mercado cambiario, con implicaciones en la estabilidad financiera.
Además, todos los integrantes coinciden en que la posibilidad de que el peso se mantenga en niveles actuales por un periodo prolongado representa un riesgo para la inflación.
BANCO CENTRAL REVISARÁ PRONÓSTICO PIB 2015
México es uno de los destinos más atractivos para la inversión de cartera entre los mercados emergentes por sus sanos fundamentos económicos.
A finales de enero, el Gobierno mexicano descartó que el futuro aumento en las tasas de interés en Estados Unidos desencadene una fuga de capitales, e incluso destacó que había crecido el interés por parte de inversores extranjeros en el mercado local de deuda.
Hasta ahora, la inflación permanece bien anclada, en un 3.07 por ciento interanual hasta enero, y la holgura que prevalece en la economía también ha favorecido la moderación en el índice.
Más tarde, el jefe del banco central, Agustín Carstens, dijo que la próxima semana la entidad dará a conocer sus nuevas proyecciones económicas, aunque reconoció que la economía está ganando impulso gracias al consumo doméstico.
Para este año, el banco central estima una expansión económica entre 3.0 y 4.0 por ciento, desde el rango de 2.0 y 2.5 previsto para 2014.
"Vamos a revisar esto la próxima semana porque es parte del nuevo reporte de inflación", dijo Carstens al participar en el evento "México en la nueva economía global" del diario Financial Times.
El banco central tiene programado difundir el próximo miércoles el Informe Trimestral de Inflación correspondiente al cuarto trimestre de 2014.
El 30 de enero, el secretario mexicano de Hacienda, Luis Videgaray, -que en esta ocasión asistió a la reunión del banco central- anunció un recorte en el gasto público, equivalente al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Un día antes, el Banco de México emitió su comunicado de política monetaria.
Carstens dijo en el foro que la medida tendrá un impacto marginal en el crecimiento económico y que se trató de una señal sólida de reponsabilidad fiscal.