Actualizado 09/12/2014 14:59

ACTUALIZA 1-BCE desaprueba 25 bancos en revisión de solvencia, pero problemas en general han sido resueltos

(Agrega citas, detalles. Cambia procedencia, antes LONDRES)

Por Laura Noonan y Eva Taylor

FRÁNCFORT, 26 oct, 26 Oct. (Reuters/EP) -

- Casi uno de cada cinco de los principales prestamistas de la zona euro no aprobaron las pruebas de solvencia a fines del año pasado, pero desde entonces la mayor parte de ellos ha reconstruido sus finanzas, dijo el domingo el Banco Central Europeo.

El BCE presentó un panorama más optimista a lo esperado. La autoridad encontró que los mayores problemas estaban en Italia, Chipre y Grecia, pero concluyó que, desde entonces, los déficits de capital de los bancos se han solucionado en general, por lo que ahora sólo falta que se recauden 10.000 millones de euros.

Italia enfrenta el mayor desafío: nueve de sus bancos suspendieron la prueba y otros dos todavía tienen que recaudar fondos.

Las revisiones, pensadas para marcar un inicio claro antes de que el BCE asuma la supervisión de los bancos -a partir del mes próximo- mostraron que Monte dei Paschi tuvo el mayor déficit de capital, por 2.100 millones de euros.

Aunque 25 de los 130 mayores bancos de la zona euro no aprobaron los exámenes a fines del año pasado -con un déficit por 25.000 millones de euros-, una decena de instituciones ya recaudó 15.000 millones de euros este año para realizar las reparaciones.

Un estudio de Goldman Sachs entre inversores encontró que ellos consideran que el BCE debía pedirle a los prestamistas que recauden otros 51.000 millones de euros de capital para que las pruebas resulten creíbles.

Según el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, los resultados deberían incentivar mayores préstamos.

"Se ve algo de repunte (en la demanda), pero todavía es leve", dijo Constancio a Reuters.

"Todo esto verdaderamente puede cambiar el ambiente y esperamos que también cambie la realidad".

Junto con Italia, los reguladores dijeron que tres bancos griegos, tres chipriotas, dos belgas, dos eslovenos, y uno de Francia, Alemania, Austria, Irlanda y Portugal también quedaron cortos de capital a finales del año pasado.

En general, los analistas acogieron con cautela los resultados, diciendo que marcaban más el comienzo que el fin de una limpieza bancaria en Europa.

"Considero que las pruebas de tensión son un éxito parcial importante, lo que ayudará a reducir la incertidumbre", dijo Marcel Fratzscher, presidente del instituto económico DIW de Alemania.

"Pero quedan desafíos importantes por resolver. Por sí solas, las pruebas no pondrán fin a la crisis de crédito para las pequeña y medianas empresas del sur de Europa".

Sin embargo, el ejercicio aportó una instantánea de las estadísticas principales de los bancos y los obligó, por ejemplo, a revisar al alza los montos de créditos riesgosos -aquellos que no se han pagado en 90 días-: en 136.000 millones de euros a 879.000 millones de euros.

LIMPIEZA MÁS ADELANTE

El ejercicio se realizó en dos partes: una revisión estricta del BCE de activos como créditos, seguida por una prueba más general de cómo los bancos lidiarían con una nueva crisis económica.

"Tiene credibilidad", dijo Nicolas Veron, del centro de investigación Bruegel, en Bruselas. "Pero es sólo el inicio de una secuencia más larga de limpieza que se extenderá hasta bien avanzado 2015".

Los criterios del BCE exigían un capital de alta calidad de al menos el 8 por ciento en sus activos ponderados por riesgo en un escenario de crecimiento económico que estuviera dentro de lo previsto para los próximos tres años, y un capital de al menos 5,5 por ciento en un escenario de recesión.

Los bancos con una carencia de capital tienen que decir en dos semanas como van captar fondos. Tendrán posteriormente nueve meses para hacerlo.

El BCE no forzará a aquellos bancos con activos sobrevalorados a tomar medidas de manera inmediata pero tendrán que captar más capital, limitando su expansión, sus préstamos o el pago de dividendos.

Para la entrega general de préstamos, la pregunta fundamental es saber si hay demanda de crédito en la debilitada economía de la zona euro.